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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Políticas para reinsertar un reo a la sociedad deben incluir clasificación de peligrosidad

Políticas para reinsertar un reo a la sociedad deben incluir clasificación de peligrosidadLa ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, afirmó este lunes, en una entrevista en el canal de noticias Venezolana de Televisión, que 80% de la población carcelaria se encuentra desarmada y que 90% de la misma está lista para ser reinsertada a la sociedad.

"Las personas indepedientemente del crimen que hayan cometido tiene derecho a una oportunidad (...) El 90% de las personas privadas de libertad son personas aptas para la transformación de su realidad e integración", dijo la ministra. 

El diputado de la Asamblea Nacional (AN) por el estado Lara del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Alexander Torrealba, destacó que ese porcentaje de población aludido por Varela corresponde a los penados y no a los procesados. 

“Es importante diferenciar que hay procesados y los que ya están penados. Dentro de los procesados, ella se refería más a los penados (..) ese 90% de personas penadas ya están en cursos de capacitación y de oficio”, manifestó el diputado integrante de la comisión de cultos y servicios penitenciarios de la AN. 

La criminóloga y psicóloga social, Magally Huggins, explicó que para reinsertar a un reo a la sociedad es necesario desarrollar políticas a corto y a largo alcance en la que se le enseñe las mejores prácticas en materia de educación, adaptación laboral e integración social. 

A su vez, manifestó que los tratamientos para la reincorporación social dependen de las características individuales de cada persona. 

Huggins destacó que un punto fundamental para devolver a la sociedad a los reos es la creación de un plan de capacitación de reinserción social. "¿Cuáles han sido los planes de capacitación laboral, educativos, de trabajo o de oficios en el servicio penitenciario de Venezuela?", cuestionó la criminóloga. 

Por su parte, el exfuncionario del cuerpo técnico de la Policía Judicial, Javier Gorriño, coincidió con Huggins al momento de afirmar que es necesario aplicar políticas de educación formal, deportiva y laboral para incluir nuevamente a un privado de libertad a la sociedad. 

También indicó la necesidad de agrupar por tipo de crimen para educar en función del perfil criminal y psicológico de cada reo. “Los planes son genéricos pero la educación es individualizada (…) hay que clasificar el régimen y la peligrosidad de la persona”, aclaró. 

Políticas públicas penitenciarias 

Gorriño aseveró que en Venezuela no existen políticas públicas orientadas a la reeducación de los reos. Para él, los centro penitenciarios son “grandes centros de hacinamiento” . 

“Ninguna de nuestras cárceles tienen centros educativos o de recreación. No hay ninguna cárcel que tenga dentro de sus instalaciones estos centros que eduquen los presos para una reinserción a la sociedad”, puntualizó. 

El diputado Torrealba afirmó que en Venezuela sí existen políticas orientadas a la reinserción de los privados de libertad a la sociedad. Parte de las mismas son la creación y acondicionamientos de servicios penitenciarios. 

“Actualmente se les está formando actualmente en la parte cultural, deportiva, musical hay una orquesta. Hay equipos de deportes pero también hay formación en carpintería, herrería, mecánica”, aclaró el parlamentario. 

Sin embargo, Magaly Huggins expresó que las declaraciones ofrecidas por la ministra responden a una finalidad política y no real. “Todo eso es una farsa preelectoral”, dijo. 

“Las cifras de mortalidad demuestran que las políticas de educación y formación no se han cumplido”, agregó Huggins. 

Trabajo individual 

El diputado recordó que no todas las personas en los recintos penitenciario están dispuesto a generar la transformación necesaria para salir. Si embargo, dijo que la mayoría manifiesta su interés en participar en los planes de capacitación y de reducción de penas. 

También admitió que, aunque no se atrevió a dar cifras exactas, existe una población “un poco por encima del número estimado por los centros penitenciarios