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jueves, 16 de enero de 2014

Aerolínea La Venezolana suspende hasta nuevo aviso frecuencias de vuelos y comercialización de boletería

El presidente de la aerolínea La Venezolana, William Posada aseguró que el retraso en la liquidación del seguro aeronáutico por parte de Cadiviobligó a la suspensión forzada del único avión con frecuencias autorizadas.
Asimismo, indicó que “la carencia de divisas para obtener repuestos ha afectado a cuatro naves más. Sólo podrán resistir un mes o dos bajo dichas condiciones. Sino, se planteará la reubicación de al menos 30.000 pasajeros.
Lea aquí el artículo completo:
“Están suspendidos todos los vuelos, hoy no vamos a salir”, le dijo una trabajadora del mostrador de la aerolínea Venezolana a la pasajera Karina Briceño, cuando pretendía chequear ayer su vuelo a Porlamar a las 2.00 de la tarde en el aeropuerto Internacional La Chinita. La promesa de que la reubicarían al momento en un avión de otra empresa no calmó su angustia.
Junto al vuelo hacia Porlamar se suspendieron ayer siete frecuencias más de la empresa hacia Cumaná, Maturín, Puerto Ordaz y Caracas. Representantes de la aerolínea recibieron la orden de paralizar la operación del único avión encargado de cumplir con los horarios de viaje desde finales de diciembre, lo que generaba retrasos de hasta 14 horas.
Aunque la empresa no se vendió ni se declaró en banca rota, tal como se rumoró, William Posada, presidente de la aerolínea Venezolana, aclaró que las frecuencias de vuelos y la comercialización de boletería están suspendidas hasta nuevo aviso. Son 30 mil pasajeros, desde el 1 al 15 de enero, que se han visto afectados por la reducción de operaciones.
Un grupo de ellos, no especificado, ameritará reubicación en los próximos días en aviones disponibles de otras aerolíneas para cumplir con los destinos vendidos. La paralización de las últimas operaciones, informó Posada, responde a que Cadivi no liquidó la póliza de seguro internacional que se vence el 23 de marzo de cada año.
“Hicimos el pago total correspondiente hace 10 meses y nos quedan dos meses de cobertura. Sin embargo, el reasegurador en Londres pidió un comunicado donde Cadivi exprese el motivo de la demora en la cancelación a la empresa”.
La aerolínea, pese a no tratarse de su responsabilidad, trabaja en una negociación con la aseguradora para hacer un bono parcial mientras Cadivi soluciona la situación a manera de que les sea reactivada la condición de continuar operando.

Divisas en deuda

Anudado al retraso en el pago del seguro, Posada denunció que el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac) les retiró con anterioridad el permiso para que dos aeronaves cumplieran con las frecuencias ante la falta de una pieza que tiene 365 días de espera por el fabricante. No se encuentra en el mercado.
“Hay 623 aeronaves a nivel mundial volando bajo la misma condición, que es completamente segura y requiere de una revisión constante. Tenemos un taller aeronáutico con capacidad para prestar dicho servicio”.
La empresa encargada de fabricar y distribuir la pieza emitió un comunicado donde afirma que ante la dificultad de encontrarla en el mercado, la autoridad civil puede otorgar una extensión en los permisos de vuelo. Pero el Inac decidió no hacerlo. Por tal razón Venezolana quedó con un solo avión para cumplir con las operaciones hasta ayer.
La aerolínea cuenta en total con nueve aeronaves. Dos en buen estado paralizadas por la pieza faltante, y el resto por la dificultad en la importación de repuestos necesarios para su reactivación. Desde hace dos años, el Gobierno nacional no otorga divisas para la obtención de piezas y partes. “Somos la empresa aeronáutica con mayor tiempo sin liquidación de divisas. El sector en general posee un promedio de ocho meses. Queremos llamar la atención del presidente Nicolás Maduro. Estamos dispuestos a entregar un informe de exposición de motivos”.

Pasajeros y trabajadores protegidos

La paralización de las operaciones inquietó a los trabajadores de la empresa, quienes se reunieron en el hangar del aeropuerto para escuchar el anuncio del presidente de la aerolínea. Mil 72 empleados dependientes a nivel nacional esperan conocer el futuro de Venezolana. De acuerdo a Posada, los derechos y pagos de los trabajadores están garantizados, sin embargo, “no hay empresa que pueda subsistir bajos dichas condiciones durante un largo periodo”.
Eva García, coordinadora del departamento de Finanzas de Venezolana, lo confirmó. La compañía puede resistir de uno a dos meses más. Exhortó al Gobierno nacional a respaldar la otorgación de divisas para la compra de componentes, y a Cadivi a responsabilizarse por la cancelación del seguro.
Los trabajadores recibieron ayer el pago de su quincena. Pero hay casos como Johania Briceño, empleada del counter de presentación, quien tras dos años laborando, la retiraron de nómina en noviembre pese a cumplir con su horario hasta el 23 de diciembre. “Me despidieron pero me obligan a renunciar para cancelarme menos”, comentó desde el hangar.
El futuro, según los empleados, es incierto. Mientras que a los pasajeros como Briceño la empresa les prometió proteger sus derechos al reubicarlos en otras aerolíneas a medida que cuenten con la disponibilidad. Alimentación y hospedaje en caso de demoras deberán estar incluidos.

Niegan la entrada a los trabajadores

Cuando los encargados del mantenimiento en tierra de los aviones, traslado de equipaje, obreros, y transportistas de la empresa Venezolana intentaron ingresar, ayer, a cumplir el inicio de su jornada laboral en la mañana en el hangar del Aeropuerto Internacional La Chinita, su carnet les rebotó el acceso. La dificultad para entrar a la zona de carga aumentó la incertidumbre y molestia entre los trabajadores. Tras dos horas de zozobra y protesta, Nelson Hernández, electromecánico, comentó que “el problema estaba resuelto pero bajo un futuro incierto”.
“Al jefe de cada departamento le dijeron ayer que la empresa está vendida. Los jefes han retirado mobiliario, aires, cocina, y vehículos. Tienen que hablar claro. Estamos en incertidumbre”. Richard Carrizo. Transportista de Venezolana.
“Nos mandaron a esperar un avión de Conviasa a ver si tenían puestos desocupados para viajar a Porlamar. La decisión implicará demoradas obligatorias, todos los vuelos están copados”. Lesbia Chaparro. Pasajera de Venezolana.
Con información de La Verdad