La cantante Madonna, de 56 años, habló de su experiencia con las drogas, su amistad conMichael Jackson, y su intensa vida amorosa en una extensa entrevista muy comentada hoy por la prensa en EEUU y que concedió al conocido locutor Howard Stern en su programa de radio en SiriusXM.
Madonna, que actualmente promociona su nuevo disco "Rebel Heart", indicó que se consideraba una persona "divertida" cuando está borracha porque deja de ser "neurótica" y se relaja, aunque declaró que no le gusta drogarse.
"No soy una persona de drogas, pero tomé éxtasis en los años 80 varias veces. Fue tremendamente divertido, pero me sentí tan enferma durante muchos días después de tomarlo que no merecía la pena. Me daría miedo probar ácido. Conozco gente que tuvo un mal viaje y no se recuperó", comentó la cantante de "Material Girl", que dijo no ser aficionada a las "hierbas".
"Fumar, nada. No me gusta colocarme", manifestó antes de referirse a su canción "antidrogas" llamada "Devil Pray", que forma parte de su último álbum.
La diva del pop, que rompió relaciones con el pintor Jean-Michel Basquiat a finales de los 80 porque era adicto a la heroína, vivió también malos momentos con personas enganchadas al alcohol.
"Es difícil ver a la gente destruirse a sí misma", afirmó la cantante.
Madonna confesó que durante la década de 1990 tuvo una relación sentimental con el raperoTupac Shakur, quien falleció asesinado en 1996, unos años en los que dijo haber estado con muchos hombres antes del nacimiento de Lourdes María (1996), cuyo padre es el actor cubanoCarlos León.
Después, en 2000, sentó la cabeza con el cineasta británico Guy Ritchie, aunque aquella relación terminó en divorcio en 2008, un tiempo en el que Madonna sintió celos debido a las escenas que tenía su marido con actrices.
"Me han roto el corazón muchas veces", dijo la cantante, que recordó su extraña relación conMichael Jackson, con quien simpatizó por el hecho de vivir un éxito similar, pero con el que nunca llegó a conectar totalmente.
"Él era muy tímido. Creo que nunca tuvo una infancia y era dolorosamente íntimo. Pienso que él se sentía eternamente torturado por la gente, y que nunca fue feliz con el aspecto que tenía. Para mí era importante hacerle ver que yo no le juzgaba", explicó.
Madonna, que ha vendido más de 300 millones de discos, recordó sus momentos difíciles al llegar a Nueva York apenas sin dinero en los bolsillos, sus trabajos de dependienta para salir adelante, cuando fue violada y su interés en hacerse coleccionista de arte.
"Cuando estaba casada con Sean (Penn) -1985 a 1987- siempre fue mi objetivo. Cuando haga mi primer millón voy a comprar arte. Soy una gran fan de Frida Kahlo, siempre lo fui desde que era niña y compré un autorretrato de ella en un momento en el que era bastante asequible, cuando la gente no sabía quién era", declaró.
"Las pinturas son un gran placer", explicó la artista, que también disfruta montando a caballo y esquiando, así como siendo madre, aunque ese papel le resulta "agotador".
Madonna defendió que ella está al frente de la crianza de sus hijos (Lourdes María, Rocco, David Banda y Marcy James) aunque no lo hace sola.
"He tratado de ser la madre que yo no tuve (su madre murió cuando ella tenía 6 años). Trato de darles consejos, apoyarles, y le pido ayuda a mi hermana, que fue criada por mi abuela y es una buena madre", contó la artista.