La inseguridad al parecer es la principal preocupación de los cojedeños, ya que aparentemente desde unos años para acá este motivo ha pasado a ser la segunda causa de muerte en la región seguida de las enfermedades cardiovasculares y cáncer.
En la entidad la violencia ha llegado a niveles impresionantes; según impresiones recabadas ya los ciudadanos no temen el clásico atraco o robo, sino que se habla de sicariato, secuestros express, secuestros prolongados, asesinatos por sustraer cualquier objeto, desde unos zapatos o una prenda hasta un vehículo y masacres.
Según un informe estadístico entregado a este medio impreso por una fuente fidedigna se contabilizan desde el 2009 hasta mayo del 2011, un total de 270 homicidios lo cual deja enlutadas a unas 318 familias.
Aunque el problema de la delincuencia desbordada data desde hace mucho, este según declaraciones de personas se ve agravado con la inacción y en ocasiones una actitud poca interesada de los entes gubernamentales que no ha dispuesto de una política firme para abordar este flagelo que recientemente ha terminado con la vida de personas inocentes.
Lo lamentable de todo esto es que la ley se aplica con todo su peso contra periodistas, empresarios y opositores políticos, mientras que la delincuencia se desborda ante un estado de abandono creciente y una ineficacia impresionante.
Estadísticas del 2011 van en ascenso
En lo que respecta al periodo 2011 son muchos los hogares que han sido tocados por la amarga experiencia de perder a un ser querido en manos de quienes sin corazón acaban con la existencia de otro.
En enero se registraron 03 homicidios en Tinaquillo y 06 en el resto de los municipios, mientras que en febrero 03 y 06, marzo 03 y 05, abril 03 y 05, mayo 04 y 02, destacando que existen casos en los que hay hasta cinco occisos en un solo hecho, como el reciente caso del quíntuple homicidio registrado en la población tinaquillera, los cuales totalizan 60 muertos a tan sólo cinco meses transcurridos.
Es importante notar que Cojedes cuenta con 2 mil 500 efectivos policiales de los cuales presuntamente más de la mitad trabajan como escoltas de altos directivos del gobierno regional, diputados y comisionados, mientras las calles carecen de protección y patrullaje ahora el pueblo se pregunta ¿Dónde está el dinero para patrullas y armas de fuego? ¿Por qué los antisociales están mejores armados que los agentes policiales? ¿Por qué tantos operativos y tan pocos resultados?
Finalmente, el colectivo exige a al gobierno de turno que actúe de manera más eficiente y aplique estrategias para luchar contra la inseguridad, porque casi a diario se enluta un hogar cojedeño en manos del hampa.
Rafael Blanco
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