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viernes, 20 de abril de 2012

Maná rompe récord en Los Ángeles y quiere llevar su voz a la Casa Blanca


AFP) - La banda de rock-pop mexicana Maná rompió el jueves el récord de conciertos ofrecidos en el estadio Staples Center de Los Ángeles y ahora quiere llevar su voz a la Casa Blanca, donde busca discutir con el presidente Barack Obama cómo dar un “trato más digno” a los latinos.
Maná ya había alcanzado el récord que antes ostentaba Britney Spears, al dar el año pasado su octavo concierto con entradas agotadas en el estadio que hospeda al club de básquet Los Ángeles Lakers.
Tras su presentación este jueves y con otras dos fechas previstas -el viernes y el miércoles próximo-, el rockero y sentimental cuarteto superó su propia marca y se convertirá en el primer artista o banda de todos los tiempos que llena el Staples Center once veces en una misma gira.
Ningún artista ha logrado eso en la historia del Staples Center, que es uno de los principales centros de espectáculos del mundo”, dijo Randy Phillips, presidente de la productora de espectáculos AEG Live, en una conferencia de prensa en el estadio.
Maná “es la mayor banda de rock and roll del mundo, lo siento, Mick Jagger”, dijo Phillips, muy entusiasmado, a pocas horas del concierto del jueves.
¿Pero qué hace con su éxito una banda que alcanzó semejante tamaño?
“Vamos a tratar de vernos con el presidente Obama y vamos a preguntarle qué es lo que va a hacer por los latinos; sabemos que prometió cosas y no ha podido cumplir“, dijo Fher Olvera, el cantante y líder de la banda que lanzó su primer disco hace 25 años y que trabaja por la protección del medio ambiente a través de su Fundación Selva Negra.
“Pero también sabemos que trae intenciones buenas con los latinos y queremos que nos las diga a los ojos”, agregó.
El encuentro “se está gestionando a través de su gente de campaña con los latinos”, explicó a AFP el guitarrista Sergio Vallín. “A través de Selva Negra, la idea es que nos sentemos y empecemos a platicar sobre lo que sea necesario, un trato más digno a los latinos, los problemas que hay, muchas cosas…”.
No obstante, los autores de éxitos como “Oye Mi Amor” y “Mariposa Traicionera” no anunciaron una fecha para la reunión con Obama sobre el tema migratorio, caballo de batalla en la campaña electoral estadounidense.
Maná está promocionando su último álbum, “Drama y Luz”, lanzado en abril del año pasado. La gira finalizará en octubre en Brasil.
El disco, dominado por temas románticos como el retrato de un triángulo amoroso en “Amor Clandestino” -aunque con incursiones en asuntos sociales como “Latinoamérica”-, ganó un Grammy en febrero. Es el cuarto gramófono de la banda, que suma además siete Grammy Latino.
Flanqueado por Vallín, el baterista Alex González y el bajista Juan Calleros, Fher adjudicó su éxito en Los Ángeles a que “ha habido una química muy especial con los latinos en Estados Unidos”.
Si bien Maná en general ha sido discreto a nivel político, en la actualidad apoya el debate por la legalización de la marihuana y promueve el voto latino en Estados Unidos.
“No queremos que las leyes que nacieron en Arizona empañen todo el panorama nacional”, dijo Fher refiriéndose a una ley promulgada por ese estado fronterizo con México y apelada por el gobierno federal, que criminaliza la inmigración ilegal como un delito estatal.
Esas leyes no son humanistas. Entonces debemos votar por la gente que es más humana, la gente que trabaja aquí, que son los latinos; queremos respeto y dignidad y que salgan a votar” en noviembre, dijo Fher, con su característica voz áspera.
Además, el líder de la banda abogó por “abrir el debate de la despenalización de la marihuana (…), que bajaría grandemente los problemas del narcotráfico”.
“Soy partidario de que se despenalice, sin embargo con ciertas restricciones“, y acompañado por un programa lateral de salud, explicó.
“Eso a lo mejor podría ser una puerta a solucionar el problema, es difícil saberlo, lo más importante es que se comiencen a hacer intentos”, dijo Vallín a AFP en los pasillos internos delmonumental estadio de 17.000 asientos, mientras los utileros preparaban el escenario para el concierto de la noche.