Los ahorradores españoles mantienen la confianza en sus bancos. Según los datos publicados por el Banco de España, los depósitos en el conjunto de las entidades han aumentado entre marzo y febrero en un 0,7%, lo que equivale a unos 8.000 millones, hasta un total de 1,16 billones. Aunque este balance es previo a la intervención de Bankia, a la subida a máximos de la prima de riesgo y a los comentarios del Nobel Krugman sobre la posibilidad de acabar atrapados en un corralito si no se toman medidas, permite descartar que España esté sufriendo una fuga de depósitos por culpa del aumento de las dudas sobre la crisis.
Según los datos del Banco de España, los ahorradores tenían a cierre del tercer mes 269.236 a la vista en sus cuentas, 7.623 millones más que en febrero; otros 197.542 millones en cuentas de ahorro, 1.200 millones, y 697.967 millones en depósitos a plazo, unos 1.000 millones por encima del mes anterior.
La comparación con marzo de 2011, sin embargo, no es tan positiva, ya que arroja un descenso del 4%, aunque entonces el sector estaba en plena guerra del pasivo. Esta práctica, que se resume en que los bancos y cajas optaron por elevar con fuerza los intereses que pagaban por los depósitos, elevó el total de dinero a recaudo de las entidades a los niveles más altos de toda la serie histórica entre finales de 2010 y principios de 2011. Con ello, pese a que en algunos casos las rentabilidades alcanzaron niveles insostenibles en un escenario de crisis de hasta el 5%, el sector lograba financiarse sin tener que pagar la penalización que les exigía y les sigue pidiendo el mercado y, de paso, robaban clientes a la competencia.
Junto a los datos de depósitos, el Banco de España también ha publicado esta mañana los de morosidad. Las cifras del supervisor revelan que el volumen de los créditos dudosos frente al total avanzó en marzo al 8,36%, con lo que se mantiene en los niveles más altos de los últimos 18 años.
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