Miles de nicaragüenses y representantes de gobiernos, partidos y organizaciones de América Latina despidieron como familia unida al comandante sandinista Tomás Borge, en ceremonia fúnebre encabezada por el presidente Daniel Ortega.
Hubo que colocar pantallas gigantes de televisión para muchos pudieran observar la ceremonia en Plaza de la Fe, desbordada por el cariño y la admiración hacia el revolucionario, el último de los fundadores del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que quedaba con vida.
Con pensamiento de Fidel Castro, resumió Ortega, quién fue Tomás: "el poeta, el escritor, el hermano", para el que se desea que "sus ideas brillantes y valientes prevalezcan", como escribiera el líder cubano en dedicatoria, tras leer el libro Un grano de Maíz, aquella legendaria entrevista que Borge le hiciera en La Habana en 1992.
El féretro con el cuerpo de Borge acompañó a la multitud y "estoy seguro que Tomás está reventando de alegría", con esta juventud, con este pueblo, con esta Nicaragua que venimos construyendo, cristiana, socialista y solidaria, afirmó el mandatario.
Hijos del difundo y su viuda, Marcela Pérez, estuvieron en el homenaje, donde Ortega entregó con carácter póstumo la máxima condecoración que concede el Ejército de Nicaragua, mediante acuerdo suscrito por jefe de esa institución castrense, general Julio César Avilés.
El dignatario agradeció las múltiples muestras de solidaridad recibidas por el deceso de Borge y compartió con los presentes las misivas enviadas por los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y Venezuela, Hugo Chávez, quien deseo salud para continuar la lucha bolivariana por su pueblos y las otras naciones del mundo.
Walter Martínez, en su programa DOSSIER, transmitió parte de esta ceremonia donde el mandatario nicaragüense leyó el texto de la misiva enviada por el Preasidente Hugo Chávez.
Adiós a un Revolucionario:
El comandante Tomás Borge fue un revolucionario con el más alto grado de patriotismo que amó a Nicaragua sin importarle su propia vida, aseguró en la tribuna el cardenal Miguel Obando.
Asistieron acto el vicepresidente de la República, Omar Halleslevens; la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo; el vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba Ramiro Valdés, y el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro.
También participaron la Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, el presidente de la Asamblea Nacional de El Salvador, Sigfrido Reyes, representantes del cuerpo diplomático acreditados aquí, René Núñez, titular del Parlamento nacional, y altos funcionarios de todos los poderes del Estado, entre otras personalidades.
Cumpliendo la voluntad de Borge, al finalizar la ceremonia, se procedió a su sepultura en mausoleo ubicado en la capitalina Plaza de la Revolución, para descansar junto a los restos del comandante Carlos Fonseca, fundador del Frente Sandinista.
(PL/VTV)