Es necesario desterrar algunos mitos que todavía existen sobre el tema, y que son un obstáculo para salvar millones de vidas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente solo 62 países consiguen sus suministros de sangre a partir de donaciones voluntarias no remuneradas y el resto depende de donantes familiares e incluso donantes remunerados.
El doctor Rolando Prado, patólogo clínico del Hospital Sisol de Surquillo, afirmó que muchas personas se niegan a donar sangre porque creen que se les baja la hemoglobina y podrían terminar con anemia, o que pueden subir de peso, además de otros temores como el hecho de ser contagiados con HIV-SIDA u otras enfermedades infectocontagiosas que se trasmiten a través de la sangre.
Dijo que una forma de garantizar la salud de los donantes voluntarios es acudiendo a los Centros de Salud o entidades encargadas de banco de sangre que hay a nivel nacional, pues solo ellos cuentan con las normas de bioseguridad y los implementos necesarios para una buena recolección de las unidades de sangre que serán donadas a personas cuya vida depende de éstas.
Explicó que si se trata de un donante sano no hay riesgo de que se vuelva anémico y si algunos engordan es porque cuando pierden sangre comienzan a sobrealimentarse.
Otro requisito para ser donante es que sea mayor de 18 años, y si bien no hay límite de edad siempre que sea una persona saludable, lo mejor sería hasta los 55 años para asegurar que la sangre este en óptimas condiciones, opinó el médico del Sisol.
Asimismo, consideró necesario concientizar a la población sobre la necesidad de disponer de sangre segura para salvar la vida de millones de personas, que a diario enfrentan situaciones de emergencia como accidentes y operaciones de riesgo.
Recordó que según una publicación del 2011 en el Perú sólo el 5% fueron donaciones voluntarias, lo que demuestra que aún no existe suficiente información sobre la donación de sangre.
MINSA