Este lunes, la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's rebajó la nota de deuda soberana de Venezuela de "B+" a "B", ya que, según su informe, la polarización política y los desafíos internos en el Gobierno "amenzan con debilitar la implementación de políticas económicas en un momento de empeoramiento de las condiciones económicas con desaceleración del crecimiento, aumento de la inflación y presiones de liquidez externa".
La consecuencia directa de esto es el aumento en las tasas de interés que se pagan por los bonos de la República, al mismo tiempo, auenta el riesgo país y esto, según indica el economista Ángel García Banchs, debe ser compensado con pago de mayores intereses. Lo que significa que el país dedicará más recursos al pago de intereses y no al gasto productivo como educación, infraestructura, salud, etc.
El riesgo país está relacionado con la eventualidad de que un Estado se vea imposibilitado o incapacitado de cumplir con sus obligaciones con algún agente extranjero por razones distintas a los riesgos usuales que surgen de cualquier relación crediticia.
El economista Orlando Ochoca, por su parte, indica que las calificadoras de riesgo, como Standard & Poor's, deben estar evaluando que con la crisis de desabastecimiento y la crisis cambiaria, hay un problema de fondo de que no hay suficiente oferta de divisas y hay una restricción por la cantidad de bolívares que hay en la economía.
"Los analistas presumen con esta situación que en el fondo hay un problema de flujo de caja en el país, y si hay un problema de flujo de caja es porque hay potencialmente riesgo para servir la deuda", señala Ochoa.
"Quienes compran títulos de deuda de la República se ven en una situación más riesgosa, lo que significa que para que el Gobierno pueda colocar deuda, tiene que pagar más intereses y para cumplir con mayores obligaciones con los préstamos va a tener que pagar más, por lo que quedan menos recursos para el gasto social", indica el economista Ochoa.