A sus 23 años, el joven emprendedor británico Alex Klein, ultima las primeras unidades de Kano, un ordenador de bajo coste pensado para que los niños aprendan informática.
Klein alumbró su proyecto mientras estudiaba Economía Política en Cambridge, lo presentó en el portal Kickstarter, una popular plataforma de financiación colectiva, y recaudó en un mes un millón de euros, quince veces más fondos de los 100.000 dólares que necesitaba para comenzar a comercializar su invento.
Pocas semanas después, ha reunido a un reducido equipo de ingenieros y creativos en un estudio en Shoreditch, un barrio de moda en el este de Londres, y espera comenzar a despachar pedidos antes de julio.
En vista de ese éxito, Klein no duda en afirmar que él y su equipo se han propuesto "cambiar el mundo" desde su pequeño despacho londinense, facilitando que la gente "tome el control de la tecnología".
El corazón de Kano es una pequeña placa base, del tamaño de una tarjeta de crédito, que se encaja en un estuche transparente al que se conectan cuatro cables identificados por colores (rojo, amarillo, azul y verde).
Al unir el pequeño aparato a una televisión, aparece en la pantalla una versión simplificada del sistema operativo Linux, con la que los niños pueden jugar, familiarizarse con ese entorno informático y aprender sus primeras nociones de programación.EFE