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viernes, 27 de mayo de 2011

Exoneran de tráfico influencias a la primera dama norirlandesa, Iris Robinson

Iris Robinson, esposa del ministro principal de Irlanda del Norte, Peter Robinson, no cometió irregularidades cuando concedió una licencia para abrir una cafetería en Belfast a su examante, un joven 39 años más joven.

Así lo indica un informe elaborado por las autoridades del municipio de Castlereagh, a las afueras de la capital, sobre el supuesto caso de tráfico de influencias de la primera dama norirlandesa.

Iris, de 62 años, abandonó sus cargos de concejal en este municipio y de parlamentaria en la Asamblea norirlandesa y en Londres a raíz de que un reportaje de la cadena británica de televisión BBC mantuviese en 2009 que, aprovechando sus influencias, ayudó al joven Kirk McCambley a montar una cafetería con fondos conseguidos de unos empresarios, unos 55.000 euros en total.

La licencia para regentar el Lock Keepers Inn Cafe se la concedió al amante de Robinson el municipio, cuyas autoridades han determinado ahora que esa decisión se tomó de acuerdo con la legislación vigente.

El contenido de la investigación se hará publico hoy, después de que ésta les fuese presentada la pasada noche en privado a los miembros del Consejo de Castlereagh.

Aquel escándalo también obligó a Peter Robinson, líder del mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP), a dejar su cargo durante seis semanas para que una investigación gubernamental dilucidara si estaba al corriente del dinero que su mujer recibió de los dos constructores para dárselo a su amante.

El líder protestante retomó después su puesto y, aunque fue castigado en las urnas en las elecciones generales británicas de 2010, su partido y su propia figura se recuperaron en los comicios autonómicos del pasado mayo, que confirmaron al DUP como la mayor fuera política de la provincia.

Desde que abandonó la política activa, pocas noticias se han tenido de Iris, quien estuvo ingresada para recibir tratamiento psiquiátrico, hasta las semana pasada, cuando apareció junto a su marido en un acto organizado en Dublín durante la visita a Irlanda de la reina Isabel II de Inglaterra.

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