Los nimbadon, unos marsupiales extintos que tenían el tamaño de una oveja y antecesores de los wombat, poblaron las copas de los árboles australianos hace unos 15 millones de años, informaron hoy fuentes académicas.
El nimbadon, que pesaba más de 70 kilogramos de peso y tenía garras poderosas, era un "animal muy hábil" que "que habría adoptado un método para trepar los troncos de los árboles similar al de los koalas actuales", dijo la jefe de la investigación Karen Black de la Universidad de Nueva Gales del Sur.
Sus descendientes lejanos son los actuales wombat, unos marsupiales terrestres de un metro de largo, con patas cortas y muy agresivos cuando se sienten amenazados.
El nimbadon, que solía movilizarse en manada como el canguro contemporáneo, se alimentaba de frutos localizados en la copa de los árboles de los bosques tropicales australianos y fue un agente importante en la dispersión de las semillas en la era del Mioceno.
Su habilidad para trepar árboles le permitió al gigantesco marsupial "reducir la competencia por las fuentes de comida con otros herbívoros, entre ellos el canguro, y escapar de sus depredadores como los leones marsupiales", agregó la científica australiana en un comunicado de la Universidad.
Black, quien presentará hoy en Sídney las primeras conclusiones de este estudioque aún no ha sido publicado, trabajó en este estudio con Aaron Camens de la Universidad de Flinders University, así como Mike Archer y Sue Hand de la Universidad de Nueva Gales del Sur.
El equipo científico se centró en el estudio una gran cantidad de fósiles de los"Nimbadon lavarackorum" (nombre científico), de todas las edades, hallados hace varios años en una cueva del yacimiento arqueológico Riversleigh, en el noroeste del estado australiano de Queensland.
Estos fósiles permitieron a los investigadores estudiar en detalle el desarrollo del cráneo, del cerebro de estos gigantescos animales y su comportamiento, así como de los cambios ambientales que afectaron el ecosistema australiano en la prehistoria, agregó el comunicado.
EFE