El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Ryabkov, afirmó el viernes en Deauville que la situación en Siria es "dramáticamente diferente" a la de Libia, cuando la cumbre del G8 amenaza con "nuevas medidas" contra Damasco si continúa la represión.
"La situación siria es dramáticamente diferente a la situación en Libia", declaró el viceministro a los periodistas el mismo día en que se anunció la muerte de tres manifestantes en el país dirigido por Bashar al Asad.
En su declaración final, los líderes del G8 se declararon "horrorizados" por las "repetidas y graves violaciones a los derechos humanos en Siria" y amenazaron con tomar "nuevas medidas" si Damasco no deja de utilizar la fuerza.
"Estamos horrorizados por las muertes de muchos manifestantes pacíficos como resultado del uso de la violencia en Siria y por las repetidas y graves violaciones a los derechos humanos", afirma la declaración final de los jefes de Estado y de Gobierno de los ocho países más industrializados a la que tuvo acceso la AFP.
Los líderes del G8 instan "a las autoridades sirias a cesar inmediatamente el uso de la fuerza y la intiminación contra el pueblo sirio y a responder a sus legítimas demandas de libertad de expresión y derechos universales", afirma el texto que pide también la "liberación de todos los presos políticos".
"Si las autoridades sirias no tienen en cuenta este llamamiento, estudiaremos otras medidas", afirma la declaración.
En un borrador previo, el párrafo dedicado a Siria amenazaba con "estudiar una acción en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas" pero una fuente diplomática dijo entonces que no estaba claro si figuraría en el texto final debido a la oposición rusa, había precisado una fuente diplomática.
Interrogado acerca de Libia, Ryabkov dijo que Rusia cree que el líder libio Muamar Gadafi "ha perdido legitimidad debido a sus acciones". "Sí, estamos dispuestos a admitir... debe irse", agregó.
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