Desde el año 2003, solo dos tenistas han ganado en Wimbledon: Roger Federer -seis veces- y Rafael Nadal -dos-. Tan abrumadora es su superioridad que Novak Djokovic, número dos del mundo -será número uno si alcanza la final en Londres o si Nadal no se proclama campeón-, no ha tenido dudas a la hora de señalar a los favoritos. "Supongo que siempre pones a Federer y a Nadal por delante de todos los demás para ganar Wimbledon", ha afirmado el serbio. Con una trayectoria excepcional en los últimos meses -la derrota ante Federer en la semifinales de Roland Garros puso fin a una racha de 43 victorias seguidas, incluida la final del Abierto de Australia-, ha restado importancia a su propio estado de forma para ir un paso más allá: "Es el partido más grande que existe en el tenis de hoy en día".
El serbio, en cualquier caso, es el segundo cabeza de serie del torneo, y su temporada obliga a tenerle muy en cuenta. Así lo ha considerado uno de los señalados por Djokovic. "Con su actual estado de forma tiene muchas posibilidades", ha dicho Federer. No obstante, el helvético tiene un claro rival a batir, Nadal, quien ya le derrotó recientemente en la final de Roland Garros. Federer no ha escatimado elogios para el mallorquín, del que ha destacado su clara mejoría sobre hierba en los últimos años. "Todos sabíamos que era bueno en tierra batida, realmente excelente", ha concedido; "pero nunca habíamos tenido la ocasión de comprobar cómo era en hierba". "Ha demostrado lo bueno que es ganando dos veces aquí en este tiempo", ha rematado.
El suizo, actual número tres del mundo, espera poder tomarse en la capital británica la revancha de la derrota que Nadal -número uno- le infligió en París. Unas inoportunas molestias en la ingle podrían entorpecer su misión, si bien Federer se ha mostrado confiado en haberlas superado y en poder encarar el torneo con la garantía de competir al máximo. "La semana pasada fue vital para recuperarme de mi lesión en la ingle", ha advertido; "me parece que estoy casi al 100% otra vez".
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