Comenzó siendo conocido como "El Loco", lo han llamado "Burro" o "Tronco" y se despide como "El Titán".
Martín Palermo disputa este fin de semana su último partido profesional con el equipo que más jugó, Boca Juniors, y pone fin a una carrera en la que lo deportivo compitió en espectacularidad con lo épico de su propia vida personal, que muchos afirman "es de película".
No por nada la televisión pública argentina le hizo un tributo llamado: "Palermo Hollywood".
Alto, fuerte, muy bueno definiendo de cabeza, ha ofrecido unos momentos inolvidables dentro de las cancha de fútbol, al ser instantes aderezados por particularidades únicas. Sí, como de película.
En 1999, en un partido del Torneo Apertura como el "9" de Boca, Palermo se rompió los ligamentos de una rodilla en el partido, pero eso no lo sacó del campo ni le impidió marcar el gol número 100 de su carrera.
El mismo año antes de la lesión pateó un penal en un partido de clubes y al resbalarse le dio con ambos pies. Gol. Pero poco después, con la selección nacional, le tocó cobrar tres penales, en encuentro oficial ante Colombia. Falló los tres.
Boca Juniors lo despidió obsequiándole una capa de súper héroe.
Le costó llegar al fútbol europeo. Y cuando lo hizo, y empezaba a adaptarse bien, le sobrevino la tragedia.
En el comienzo de su segunda temporada con el Villarreal español, tras un período de sequía frente al arco, finalmente se reencontró con las redes. Para celebrarlo se fue a celebrarlo con los hinchas, quienes en medio de los festejos tumbaron el muro que los separaba y este le cayó a Palermo en la pierna.
Fractura de tobillo derecho y una carrera europea que a la postre se frustró a partir de esta lesión.
"Es que Palermo siempre contó con esa dosis justa de dramatismo y de héroe. Ha batido récords y errado penales. Siempre estuvo entre los dos extremos del drama", señaló a BBC Mundo Pablo Trapero, cineasta de películas como Carancho (2010) y Familia Rodante (2004), y apasionado hincha de Boca.
Vida inusual
Palermo anotó 236 goles con Boca Juniors, quedando como el mejor anotador en la historia del club. Y considerando que los mejores talentos argentinos se van cada vez más jóvenes a jugar en Europa, es probable que "El Titán" mantenga esta marca por mucho tiempo.
Palermo, en números
Goles anotados: 306
Goles con Boca Juniors: 236, el máximo en su historia
Clubes con los que jugó: Estudiantes La Plata, Boca Juniors, Villarreal, Betis, Alavés.
Club con el que más jugó: Boca Juniors, 404
Debutó en la temporada 1991-1992
Se despide en el Torneo Clausura argentino de 2011.
En su carrera marcó 306, pero su comienzo en el fútbol fue como arquero.
"Vino a pedirme que lo probara en el arco", recordó en conversación con BBC Mundo Manuel Musabuat, ex entrenador del club For Ever, en La Plata, quien lo conoció de niño.
"Yo me fui del club al poco tiempo, pero después (años después) compró una casa al lado de la mía, y nos volvimos a encontrar y se acordaba de mi. Yo siempre lo he tenido a él como un muy buen tipo", agregó.
Ese carisma fue algo que le atrajo simpatías a "El Loco" por parte de sus colegas y sobre todo de la barra e hinchada de Boca.
En su último partido en La Bombonera, la cancha del club xeneize, le hicieron un tributo de despedida que dejó Palermo con lágrimas haciendo la vuelta olímpica.
Su despedida, por supuesto, fue inusual. Le pusieron una capa de Súperman y le regalaron, con una grúa, un arco de gol de La Bombonera.
"Gracias, pero no se dónde lo voy a poner (el arco)", agradeció.
En el estadio además transmitieron un video con comentarios de personas claves que influyeron o conocieron en su carrera.
Los tributos, también fueron particulares. Uno vino de su ex entrenador (y a quien se le atribuye su desarrollo como jugador), Carlos Bianchi.
"Alguien me dijo una vez cómo vas a contratar a ese burro (nombre usado para describir en Argentina a jugadores torpes), yo respondí 'pero no es tan burro, tiene algunas cualidades'".
Alegría de Boca, alegría de Argentina
Palermo celebrando bajo la lluvia el gol que le dio el pase a Argentina al Mundial de Sudáfrica 2010.
"Si yo tuviera que elegir una imagen de su película sería esa, bajo la lluvia, cuando marcó el gol que clasificó a Argentina al Mundial (de Sudáfrica 2010)", señaló Trapero.
"Es un gol bajo la lluvia que excede al núcleo de Boca y es uno de los momentos que más guardo en mi memoria por la imagen que vi", añadió.
El tanto en cuestión fue contra Perú en octubre de 2009 y fue en los últimos minutos de un partido que definía la participación mundialista de Argentina. Lo gritó todo el país, empezando por Palermo y el entonces técnico albiceleste Diego Maradona, quien dejó huella del momento en fotografías que lo muestran deslizando de pecho en el engramado bajo la lluvia.
Fue un momento que marcó otro aspecto "de película" de Palermo. Pese a una larga carrera nunca fue a un Mundial, hasta Sudáfrica.
Ahí marcó en una sola oportunidad (ante Grecia, en el último juego de la fase de grupos) y se convirtió en el argentino de más edad en lograr un gol en un Mundial.
Su vida como jugador termina este sábado. Se despide ante el club Gimnasia de La Plata, donde juega su mejor amigo Guillermo Barros Schelotto.
Barros Schelotto fue su compañero de fórmula durante los mejores años de Palermo en el fútbol, y fue quien le sirvió para tras pase para su numerosos goles.
Como si fuese el cierre perfecto de esta película, Barros Schelotto también se retira en este partido. El calendario del fútbol argentino los hizo coincidir en la despedida cuando aún no se sabía que se irían.
Vladimir Hernández
BBC Mundo, Buenos Aires