España captó este jueves 2.516 millones de euros en bonos a tres y cinco años, en su primera emisión de obligaciones desde que la agencia Standar & Poor's rebajara su nota soberana, lo que ha hecho subir las tasas de interés.
La demanda de los inversores ha seguido siendo fuerte, superando los 8.000 millones de euros, lo que ha permitido al Tesoro captar algo más de lo que tenía previsto (entre 1.500 y 2.500 millones), pero con un interés por encima del 4% en ambas emisiones, según un comunicado del Banco de España.
La tasa media de la emisión a tres años subió al 4,037%, frente al 2,617% de la última emisión similar el primero de marzo.
El interés de la emisión a cinco años, con dos vencimientos, fue del 4,752% y 4,960%, muy superior a las de las últimas emisiones comparables, 3,565% el 2 de febrero y 3,696% el 17 de febrero de 2005.
España vive desde hace algunas semanas una reactivación de las tensiones en los mercados, que volvió a hacerse patente el miércoles cuando la Bolsa de Madrid perdió un 2,55% al cierre, cayendo a su nivel más bajo en tres años.
El país, al que presionan sus socios para que sanee sus finanzas públicas, preocupa también por su sector bancario, fragilizado tras el estallido en 2008 de la burbuja inmobiliaria, durante la cual concedió créditos muy fácilmente.
Según el Banco de España, a finales de 2011 el sector acumulaba 184.000 millones de euros en activos inmobiliarios problemáticos, es decir, un 60% de su cartera.
Standard and Poor's plasmó estas preocupaciones el jueves pasado al rebajar dos escalones la nota soberana de España de A a BB+, al ver "una probabilidad creciente de que el gobierno de España necesite proveer apoyo fiscal al sector bancario".
El lunes, la agencia rebajó las notas de nueve bancos españoles, entre ellas, Santander y BBVA.
Las autoridades españolas ya han exigido a las bancos del país que limpien sus balances de estos activos inmobiliarios de riesgo, realizando provisiones por 53.800 millones.
Ahora podrían adoptar una solución más radical poniendo esos activos en lo que se constituiría como un "banco malo".
Preguntado por la AFP, el ministerio de Economía confirmó que considera este mecanismo, pero insistió en que se hará sin fondos públicos.