El Secretario General y la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos expresaron gran preocupación por la escalada de violencia entre manifestantes y la policía de Kiev, la capital de Ucrania, que dejó ayer alrededor de 25 muertos y numerosos heridos.
Ban Ki-moon y Navi Pillay llamaron a las partes enfrentadas a actuar con mesura y les recordaron que el uso de la violencia es inaceptable.
Pillay condenó los asesinatos y urgió al gobierno y a los manifestantes a tomar medidas de distensión para encontrar una solución pacífica a la crisis.
También conminó a emprender una investigación independiente para establecer los hechos y responsabilidades, el posible uso excesivo de la fuerza, y para garantizar que se enjuicie a los responsables de los enfrentamientos.
Por su parte, Ban instó a redoblar esfuerzos para beneficiarse de las medidas positivas anunciadas recientemente por las autoridades, incluida la amnistía para los detenidos por las protestas previas.
La violencia se recrudeció ayer en Ucrania cuando los manifestantes intentaron marchar al Parlamento antes del inicio de un debate para restaurar la Constitución de 2004, que limitaría los poderes presidenciales.
Los manifestantes chocaron con la policía antimotines y los enfrentamientos se extendieron a otras zonas de la ciudad. La policía disparó entonces balas de goma y tiró grandas de humo, mientras que algunos participantes en la movilización lanzaron cocteles Molotov y ladrillos.
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