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El Secretario General de la ONU condenó este viernes en los términos más enérgicos el ataque suicida a una mezquita en la localidad de Sana´a, en Yemen y confió en que los responsables de ese acto terrorista sean llevados con rapidez ante la justicia.
Ese atentado ocurrido durante las oraciones de la tarde del pasado día 2 causó al menos una treintena de muertos y casi un centenar de heridos.
Ban Ki-moon envió sus condolencias a las familias de las víctimas y subrayó que ataques como ese contra lugares de culto no tienen justificación bajo ninguna circunstancia.
En lo relativo a la situación humanitaria en ese país, el coordinador de ayuda humanitaria de la ONU, Stephen O'Brien, asignó 15 millones de dólares adicionales, procedentes del Fondo Central para Respuesta a Emergencias de la ONU (CERF) para apoyar las tareas de asistencia a millones de yemeníes afectados por el conflicto que vive ese país.
Por otra parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU confirmó este viernes la llegada de un cargamento de trigo a ese país, facilitado por la agencia estadounidense USIAD y que ayudará a la alimentación de más de un millón de personas durante dos meses.
