Los electores de Marruecos estaban votando el viernes de mañana en elecciones legislativas anticipadas y que se proponen dar una organización más moderna al país, luego de una reforma constitucional propuesta por el rey Mohamed VI.
Al cierre de las mesas electorales, 19H00 GMT, la participación alcanzó el 45% del padrón, según el ministerio del Interior, muy superior a la participación de 37% de las legislativas de 2007.
Se trata de las "primeras estimaciones", precisó el ministro de Interior, Taib Sherkaui, en una conferencia de prensa agregando que "los comicios se desarrollaron en un contexto normal y en un clima de movilización y responsabilidad".
Cerca de 13,5 millones de personas fueron convocadas a las urnas para elegir a 395 diputados, lo que podría conducir a un fortalecimiento de los islamistas moderados del Partido Progreso y Desarrollo (PJD, principal partido de oposición), abriéndole el camino a una participación en un gobierno de coalición.
El PJD se enfrentará a 30 formaciones más, principalmente al Istiqlal (Independencia), del primer ministro Abas El Fasi, y al RNI (Unión Nacional de Independientes, liberal), del ministro de Economía y Finanzas, Salahedin Mezuar, dos organizaciones de la coalición gubernamental.
El PJD apuesta por un "efecto Ennahda", el partido islamista tunecino que ganó claramente las elecciones del 23 de octubre y ocupa 89 de los 217 escaños de la Asamblea Constituyente de Túnez.
Las elecciones son también una prueba para el "Movimiento del 20 de febrero", que surgió espontáneamente luego de la primavera árabe, y que llama a boicotear los comicios del viernes, igual que otros partidos de izquierda.
Por orden de importancia en el actual Parlamento, el Istiqlal tiene 57 diputados, seguido por el PJD (47 diputados) y el RNI (38 diputados).
En conformidad con la Constitución revisada, el primer ministro será obligatoriamente elegido por el rey en las filas del partido más votado, quien deberá dirigir un gobierno de coalición o de unión nacional.
Estas elecciones son supervisadas por 4.000 observadores marroquíes y extranjeros, y rejuvenecerá en todo caso el panorama político local: 87% de los cabezas de lista jamás estuvieron en el parlamento y 45% de los candidatos tiene menos de 45 años, según el ministerio del Interior.
"Yo quiero a Mezuar al frente del próximo gobierno porque posee un espíritu moderno y dinámico, y además es un economista. Marruecos espera soluciones concretas a sus problemas y no solamente discursos populistas", dijo a AFP Hasna Daudi, que dirige un sitio web noticioso.
En cambio, la cocinera Suad, de 43 años, dijo votar por "el PJD porque está contra la corrupción y tiene fama de honradez, si bien una nunca sabe".
De cualquier forma, el ministro de Comunicaciones, Jalid Naciri, dijo a la AFP que, en su opinión, "el partido más fuerte no pasará de 16% o 18% de los votos".
En efecto, analistas coinciden en prever un gobierno con varios partidos. "El PJD puede pretender ser el primero. Pero aún si dirige el gobierno, el ejecutivo se formará alrededor de una coalición", dijo Omar Benduru, profesor de derecho constitucional en la Universidad de Rabat.
AFP