Un grupo de reclusos mantienen secuestrados a 22 funcionarios en el Rodeo II, sin que se hayan producido avances en las negociaciones, informó hoy a Efe una fuente del Ministerio de Interior y Justicia.
Los presos de la cárcel El Rodeo II secuestraron en la tarde del miércoles a los funcionarios, entre los que se encuentra el director del penal, como medida de presión para solicitar atención médica ante un supuesto brote de tuberculosis en el penal.
Una fuente del Ministerio del Interior indicó a Efe que la situación "se mantiene igual" dentro de la penitenciaría, que alberga a 1.200 reclusos.
El viceministro de Interior, Edwin Rojas, se acercó ayer hasta la prisión para negociar con los reclusos, pero declaró a periodistas que el Gobierno no puede dialogar "mientras estén estas personas secuestradas".
Los familiares de los presos denuncian supuestas presiones por parte de cuerpos policiales para que exijan a los internos que pongan punto final al secuestro.
Rojas aseguró el jueves que los presos serían examinados para conocer si realmente existe un brote de tuberculosis, una vez que sean liberadas las autoridades, y aseguró que aún no se ha confirmado ningún caso positivo a la enfermedad.
El director de la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado, dijo ayer a Efe que los presos tomaron esta medida de protesta extrema después de que un interno con tuberculosis fuera trasladado a otra cárcel en vez de ser llevado a un hospital.
María Torrilla, vocera de los familiares de los internos, declaró, por su parte, que los reclusos culminarán la protesta cuando el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, se presente en el penal y ellos puedan comentarle, directamente, sus necesidades.
El pasado 13 de abril, más de un centenar de presos de la cárcel Vista Hermosa, en el estado Bolívar, inició una "huelga de sangre" para exigir el regreso de un recluso que había sido trasladado a otro penal, así como atención médica para los internos.
Según datos oficiales, en Venezuela hay una población reclusa de 44.520 personas repartidas por una treintena de prisiones, con altas tasas de inseguridad.
Entre 2005 y 2009 murieron 1.865 presos y 4.358 resultaron heridos en actos de violencia en centros penitenciarios.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha hecho repetidos llamamientos a las autoridades venezolanas para que tomen medidas que garanticen la seguridad en las cárceles.
El Gobierno nacional ha subrayado su intención de transformar "radicalmente" el sistema penitenciario, para lo que presentó a principios de mes un nuevo código penitenciario que fue aprobado en la Asamblea Nacional por unanimidad.
Los presos de la cárcel El Rodeo II secuestraron en la tarde del miércoles a los funcionarios, entre los que se encuentra el director del penal, como medida de presión para solicitar atención médica ante un supuesto brote de tuberculosis en el penal.
Una fuente del Ministerio del Interior indicó a Efe que la situación "se mantiene igual" dentro de la penitenciaría, que alberga a 1.200 reclusos.
El viceministro de Interior, Edwin Rojas, se acercó ayer hasta la prisión para negociar con los reclusos, pero declaró a periodistas que el Gobierno no puede dialogar "mientras estén estas personas secuestradas".
Los familiares de los presos denuncian supuestas presiones por parte de cuerpos policiales para que exijan a los internos que pongan punto final al secuestro.
Rojas aseguró el jueves que los presos serían examinados para conocer si realmente existe un brote de tuberculosis, una vez que sean liberadas las autoridades, y aseguró que aún no se ha confirmado ningún caso positivo a la enfermedad.
El director de la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado, dijo ayer a Efe que los presos tomaron esta medida de protesta extrema después de que un interno con tuberculosis fuera trasladado a otra cárcel en vez de ser llevado a un hospital.
María Torrilla, vocera de los familiares de los internos, declaró, por su parte, que los reclusos culminarán la protesta cuando el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami, se presente en el penal y ellos puedan comentarle, directamente, sus necesidades.
El pasado 13 de abril, más de un centenar de presos de la cárcel Vista Hermosa, en el estado Bolívar, inició una "huelga de sangre" para exigir el regreso de un recluso que había sido trasladado a otro penal, así como atención médica para los internos.
Según datos oficiales, en Venezuela hay una población reclusa de 44.520 personas repartidas por una treintena de prisiones, con altas tasas de inseguridad.
Entre 2005 y 2009 murieron 1.865 presos y 4.358 resultaron heridos en actos de violencia en centros penitenciarios.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha hecho repetidos llamamientos a las autoridades venezolanas para que tomen medidas que garanticen la seguridad en las cárceles.
El Gobierno nacional ha subrayado su intención de transformar "radicalmente" el sistema penitenciario, para lo que presentó a principios de mes un nuevo código penitenciario que fue aprobado en la Asamblea Nacional por unanimidad.
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