Una nueva avería obliga al Príncipe a aterrizar en República Dominicana
El Príncipe se encuentra en estos momentos en el aeropuerto de Santo Domingo a la espera de que los técnicos solucionen una nueva avería en el Airbus A-310 en el que viajan los miembros de la familia real y del Gobierno. Se trata del mismo avión que ya dejó tirado a don Felipe el pasado 24 de noviembre, cuando otra avería le obligó a cancelar un viaje a Brasil. Esta vez, el Príncipe viajaba a Honduras para asistir mañana a la toma de posesión del nuevo presidente, Juan Orlando Hernández.
Tras realizar la escala prevista en Santo Domingo y despegar, el piloto de la aeronave decidió regresar al aeropuerto de la capital de República Dominicana al encenderse el piloto del aceite. En la anterior ocasión, el pasado noviembre, el avión no llegó a despegar por un fallo en un sensor que provocaba un cortocircuito en el sistema de flaps (alerón) del ala izquierda.
Los técnicos trabajan en estos momentos en la avería. Si, como la otra vez, no son capaces de resolverla en un poco tiempo, el Príncipe haría en otro avión el resto del viaje hasta Honduras, donde a las tres de esta tarde tenía que haberse reunido con el presidente saliente, Porfirio Lobo, quien ya le estaba esperando en el aeropuerto hondureño para recibirle con honores.
El Gobierno tiene dos Airbus A-310 para los viajes del presidente y los miembros de la familia real. Los compró el Ejecutivo de José María Aznar de segunda mano a Air France en 2003 por 172 millones de euros. En su momento fue una compra polémica porque los aviones tenían 12 y 13 años de antigüedad y haber adquirido dos nuevos y con mejor tecnología de la propia Airbus habría costado 60 millones menos (30 por avión).
EL PAIS