AVN.- Con lápiz en mano, y concentrada en su escritura, está la señora Marianne Carrillo. Antes de ser consultada sobre cuál es su propuesta para promover una cultura de paz y fortalecer la seguridad ciudadana en el país, responde con fuerza de madre que le ha enseñado a sus hijos el valor del deporte para una vida sana.
"Una de mis propuestas es meterse barrio adentro, en las zonas donde hay más crímenes, donde esté más desatada la delincuencia, meterse barrio adentro y hablar con esos jóvenes que están hundidos en la droga, en este problema de criminalidad tan severo que nos afecta", dice con tono de mujer pilar de un hogar, con dos hijos de 19 y 22 años de edad.
Ella asistió al punto de la consulta ubicado al lado de las Residencias Estudiantiles Livia Gouverneur, al comienzo del Bulevar de Sabana Grande, donde este domingo se realizaron actividades culturales, deportivas y políticas como parte de la jornada de consulta nacional que, desde las 10:00 de la mañana hasta las 4:00 de la tarde, de este domingo, realizó el Movimiento por la Paz y la Vida en todas las plazas Bolívar, y otros espacios públicos del país.
Habitante de la parroquia El Recreo del Distrito Capital, Marianne insiste que hay que hablar con la juventud y fomentar en ella el estudio, el deporte y el desarme.
"Desarmarlos y abrirles la conciencia, es el momento, porque es un problema de todos los venezolanos, indiferentemente de la posición política. Es un problema de todos", afirma mientras sigue con lápiz y papel en mano sentada junto a la mesa en la que está una caja con una ranura, en la que finalmente deposita su propuesta que se sumará a las miles recaudadas este domingo para contribuir con la política pública de la Revolución Bolivariana en materia de seguridad ciudadana.
Mientras la señora habla con ímpetu, la gente sigue llegando a pie o en bicicleta por la ciclovía que termina en la esquina de las residencias estudiantiles, la música combativa suena y la mañana sigue nublada y fresca, propicia para la movilización.
Con tristeza en la mirada, Marianne expresa que participa este domingo en esta iniciativa por la paz porque hace cuatro años perdió a su hijo mayor, de 26 años de edad, en manos de la violencia criminal, al ser víctima de un asalto para quitarle su moto.
Con la experiencia de la pérdida de su primer hijo, ella cuenta que se ha enfocado en la educación de sus dos hijos quienes "no han caído en malos pasos" porque se han formado en el deporte.
"Los apoyo mucho en la parte deportiva, por ejemplo, el de 19 años está en baloncesto y el de 22 años, en el béisbol. Sí se puede, lo puedo decir por experiencia propia", añade al explicar que el deporte y la educación son factores fundamentales para inculcar valores en la crianza de hombres y mujeres de bien.
Como madre, le dice a los jóvenes que se deben alejar del camino de la violencia y tomar la senda del estudio y el trabajo, aunque reconoce que no es una tarea fácil ante una sociedad de consumo donde se promueve el individualismo.
Señala que ahora es el momento para alejarse de la violencia, porque actualmente en Venezuela -como nunca antes- hay posibilidades de crecimiento para los jóvenes y un proceso político que apoya a la juventud en contraste con las políticas de represión y persecución de los gobiernos anteriores a la Revolución.
"En este gobierno hay muchas oportunidades, no es como en la Cuarta República, el presidente Nicolás Maduro está haciendo un esfuerzo muy importante con ellos (los jóvenes). Es el momento de alejarse ya de la violencia, de las armas, hay que quitarse eso de la cabeza", enfatiza Marianne Carrillo con toda la dignidad de una madre que le habla a todos los hijos de Venezuela.