La Marina estadounidense va a comenzar a utilizar en sus navíos de guerra cañones láser que le permitirán derribar «drones» o hundir embarcaciones enemigas al más puro estilo de «La Guerra de las Galaxias».
La tecnología, desarrollada durante más de seis años y perfeccionada en pruebas en 2013, se instalará primero en el buque de asalto anfibio USS Ponce.
El sistema, llamado Laser Weapon System (LaWS), permitirá derribar blancos a distancia con un haz láser de alta potencia, sin tener que gastar munición y con la única necesidad de una fuente eléctrica adecuada.
Además, el cañón puede ser operado sin gran dificultad por un solo operario en relativamente poco tiempo.
La pasada primavera la Marina consiguió que el láser derribara con éxito un avión no tripulado o «drone» en pleno vuelo con un coste energético estimado de menos de un dólar, según indicó la Oficina de Investigación Naval.
Para amenazas asimétricas
El USS Ponce se desplegará en el Golfo Pérsico, donde podría hacer uso de esta nueva capacidad armamentística pensada «para amenazas asimétricas», como drones o lanchas de pequeña eslora, desarrollos en lo que Irán está poniendo gran esfuerzo.
La gran ventaja de los cañones láser es el bajo coste, ya que evitaría gastar cientos de miles de dólares en misiles, mientras que entre los inconvenientes destaca su relativamente bajo alcance y su dependencia del buen tiempo atmosférico.
La Marina ha dado especial prioridad al desarrollo de cañones láser por ser «extremadamente asequible, válido para diferentes tipos de misiones y contar con una precisión».
Además, este tipo de armamento del futuro se complementaría con las llamadas «armas cinéticas», que gracias a dos raíles y la generación de un campo electromagnético pueden disparar proyectiles a siete veces la velocidad del sonido.
Estas lanzaderas, que podrían comenzar a usarse en unos dos años, son muy silenciosas, ya que impulsan el proyectil con el único uso de ese campo electromagnético y no con combustible detonante. ABC