Después de la caída que sufrió debido a la crisis eléctrica entre finales de 2009 y principios de 2010, la popularidad del presidente Hugo Chávez se mantiene en ascenso, de acuerdo con los sondeos efectuados por la encuestadora Grupo de Investigación Social Siglo XXI (GIS XXI).
El barómetro correspondiente al mes de mayo indica que la aceptación del Mandatario Nacional subió a 53,3%, explicó el director de GIS XXI, Jesse Chacón. Esto implica un aumento de 1,8% con respecto al mes de abril.
55,7% de las y los jóvenes valoran positivamente la gestión del líder. Este incremento está relacionado con dos anuncios del Jefe del Estado: el del aumento salarial a propósito de la celebración del 1 de mayo y el lanzamiento de la Gran Misión Vivienda Venezuela, apuntó Chacón.
El ajuste de sueldos no sólo tocó el salario mínimo, sino la estructura completa de la Administración Pública, recordó. En cuanto a la edificación de nuevos hogares, el analista puntualizó que desde el desastre causado por las lluvias en el último trimestre de 2010, y ante el número de damnificadas y damnificados que lo perdieron todo, Chávez se ocupó de lleno del problema de la vivienda.
Tal como lo registró GIS XXI, 24,1% de la población considera que el desempeño del Mandatario Nacional es regular, y 21,5% lo define como malo.
La percepción sobre el antichavismo sigue siendo negativa. A la interrogante "en el último año, ¿cómo calificaría el desempeño de la oposición?", 47,1% contesta que ha sido malo o muy malo, 28,9% lo estima como regular, 19,3% lo cataloga como bueno y 4,7% dice que no sabe o no contesta.
Vivienda en positivo
La Gran Misión Vivienda Venezuela es valorada positivamente por 74,3% de la colectividad, según el estudio de GIS XXI. Las mujeres tienen más fe (75,3%) que los hombres (73,2%).
La expectativa sube al bajar el estrato socioeconómico: 76,9% del sector E cree que sí contribuirá a resolver el déficit. También lo piensan las y los jóvenes (79,9%). Pero incluso 53,7% del sector AB afirma que va a solucionar el problema.
A la pregunta sobre si la situación de la vivienda ha mejorado o ha empeorado en los últimos cinco años, 51,1% responde que está mejor que antes. Y 67,5% considera que el año que viene será aún más favorable. La población considera que el problema "va a ser atacado por el Estado", manifestó.
63,5% sostiene que las promesas presidenciales se cumplirán de una u otra manera.
La vivienda "conecta con lo que ha significado este proceso para los sectores más desfavorecidos: la visibilización y la búsqueda de soluciones a sus problemas", reflexiona.
La Gran Misión es completamente diferente de cualquier plan previo a la llegada de la Revolución Bolivariana, que siempre entendieron el acceso a un hogar como mercancía. "Comienza a verse como un derecho, y los sectores que nunca se vieron reflejados en la política ahora sí se ven. Es un cambio significativo en la visión", precisó.
Este anuncio descolocó a la oposición, estima Chacón. "Algunos actores de entrada descalifican la Misión, y otros, con asesoría comunicacional, decidieron sumarse a la Misión" para la "pesca" de votos, con la vista puesta en las elecciones presidenciales de 2012.
¿El Gobierno la ve como una política electorera, también con los comicios presidenciales en el horizonte? "No", contesta Chacón, "porque desde el mismo día que el presidente Chávez ganó las elecciones" ha atendido a las grandes mayorías excluidas, con planes para masificar el acceso a la educación y a la salud, reducir la pobreza y disminuir la desigualdad (el Coeficiente de Gini en Venezuela, según el Instituto Nacional de Estadística, es el más bajo del continente).
Por ello, la Gran Misión "es la continuación de una política de 12 años, que tiene que ver con la reducción de la pobreza y la mejoría de la calidad de vida de sectores que siempre fueron invisibilizados".
Medidas contra la especulación
La gente reconoce el acierto en la política de incremento salarial, pero 75,6% señala que no será suficiente frente al costo de la vida, puntualiza Chacón. El estrato socioeconómico que apunta con más fuerza hacia esta dirección es el C (con 79,9%).
Eso significa "que el Gobierno tiene un reto por delante mucho más grande. El pueblo interpreta que el aumento de sueldo va a ser contrarrestado por el aumento de precios que históricamente ha ocurrido", y al mismo tiempo espera medidas "que permitan mantener la mejoría en el poder adquisitivo".
El Ejecutivo tiene el reto de impedir que la mejora en el ingreso se diluya; o dicho popularmente, evitar que se convierta en "sal y agua".
Los estudios de GIS XXI indican que 9 de cada 10 personas demandan del Estado una acción reguladora sobre los precios, rechazan que haya libre fijación de precios y esperan que el Gobierno Nacional sancione la especulación.
La sociedad venezolana no cree en el modelo según el cual el mercado se regula a sí mismo, argumenta Chacón. Por el contrario, "entiende que la relación entre quien fija el precio y compra es desigual, y que si no hay un tercero que intervenga, el más grande se come al más pequeño".
Visto así, una medida para controlar los precios sería bien recibida en prácticamente todos los sectores socioeconómicos.
(Correo del Orinoco)
