El Parlamento griego aprobó un controvertido plan de austeridad, exigido por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, como paso previo a la entrega de más fondos para ayudar a Grecia a evitar la cesación de pagos.
El primer ministro griego, Georgios Papandreu, había advertido que el país se quedaría sin dinero en días si los legisladores no le daban luz verde a las medidas.
El plan contempla recortes del gasto público, aumento de impuestos y un amplio plan de privatizaciones.
La aprobación se produjo en medio de una huelga general en la que se han registrado numerosos disturbios.
BBC