En el foro de debates sobre las leyes revolucionarias, de lunes 14 de septiembre, se discutió el Proyecto de Ley de Comunicación del Poder Popular, el cual fue desarrollado por los diputados Julio Chávez y Blanca Eekhout en diversos aspectos como: antecedentes históricos y comunicación popular en los consejos comunales.
El acto contó además con la participación de una vocera, Kenia Useche, representante de los cientos de medios comunitarios y alternativos que participaron en las reuniones, encuentros, sistematización y recogida de las miles de firmas que avalan este proyecto surgido de las mismas entrañas populares.
La segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional (AN) y vicepresidenta de la Comisión Permanente del Poder Popular, diputada Blanca Eekhout, quien es junto al diputado Darío Vivas (Psuv/Distrito Capital) la impulsora de esta ley revolucionaria en el seno de la AN; en su intervención manifestó que “esa es la comunicación del pueblo que va construyendo espacios de comunicación, redes a través de diversas vías”.
En relación a los antecedentes del Proyecto de Ley, explicó que fueron años y años de resistencia popular en momentos difíciles. “Durante todo lo que fue el pacto de Punto Fijo, los medios comunitarios, alternativos, voces críticas, eran callados; sus equipos confiscados, sometidos al silencio. Pero la gente fue estableciendo esas redes de resistencia y con la llegada de la Revolución Bolivariana y el proceso constituyente se convirtieron, por fin, en un espacio de comunicación del pueblo que ocupa un lugar en nuestra Constitución”.
“Sólo entonces se entendió la comunicación como el derecho y no como el privilegio de una minoría, de los poderosos, de los que tienen el poder económico; sino como el derecho de todos. Para que pueda ser derecho no puede estar secuestrado por una parte”, expresó la Parlamentaria.
“Antes nuestro Estado no estaba preparado para recibir la fuerza del pueblo comunicador, y pasó algo dramático, terrible, como fue el golpe de Estado del 2002, ese fatídico 11 de abril, para que se entendiera la necesidad de la comunicación en manos del pueblo; de darle un mayor impulso; de iniciar el proceso de habilitación de los medios comunitarios”, argumentó.
Asimismo, señaló que “la mentira mediática es persistente en tratar de llevarnos al olvido, aquel 11 de abril estaba la alta jerarquía eclesiástica, el alto generalato, los empresarios, los partidos del sistema; pero sobre todo los medios de comunicación privados como articuladores y artífices del golpe de Estado. Los medios privados convocaban a la guerra, a la violencia, llamaron a una confrontación y luego celebraron; ellos (los medios) fueron quienes nos dijeron que había ocurrido una renuncia del Presidente, y acusaron de francotiradores a los patriotas, y anunciaron muertos antes de que las muertes ocurrieran. Y fueron comunicadores populares quienes, ejercieron la comunicación con megáfonos, mensajes de textos, a través de motorizados, en las paredes, y reprodujeron el mensaje de Chávez: ‘No he renunciado, ni renunciaré”, recordó la diputada Eekhout.
Dos modelos de comunicación
Haciendo una comparación entre los modelos de comunicación la asambleísta añadió: “Esta es la comunicación humana, amorosa, que busca la verdad, que propicia el encuentro y acepta la diversidad; que está ligada profundamente a lo espiritual; a las raíces de esta tierra. Y esa comunicación tiene que dejar de ser marginal y convertirse en una poderosa herramienta del pueblo organizado; en la comunicación del poder popular. Tenemos que comparar esos dos modelos. El de la comunicación popular es un modelo que forma parte de la invención, de la creación de un pueblo, y se hace todos los días, con la participación de todos. Por eso, esta Ley no podía ser iniciativa de la Asamblea, sino iniciativa del pueblo y se construye con el pueblo en la calle”.
Finalmente, destacó que “tenemos que entender por qué hoy es tan importante este debate. ¿Por qué es tan necesaria esa comunicación verdadera? Es que estamos en medio de una de la crisis más terrible de la humanidad, la del capitalismo y de la barbarie imperial, que ha desatado guerras en el oriente, y protestas de pueblos indignados en las calles de capitales del llamado primer mundo, donde antes esto no pasaba: Grecia, Israel, Inglaterra, los mismos Estados Unidos; movilizaciones en Chile. Esos conflictos no se pueden traducir en avances si el pueblo no está organizado. Decía Rosa Luxemburgo: ‘Socialismo o barbarie’”.
Vía Asamblea Nacional