El Senado mexicano solicitará al Ministerio de Hacienda y Crédito Público un informe sobre las implicaciones que acarrea el asumir deuda adicional para que la petrolera estatal Pemex adquiera el 4,62% de las acciones de Repsol. Pemex desembolsará 1.200 millones de euros en esta operación para hacerse, junto a la constructora española Sacyr Vallehermoso, con el 29,8 por ciento de la compañía. El 70 por ciento de estos recursos serán financiados con deuda y el 30 por ciento restante con recursos propios de Pemex.
El senador Pablo Gómez, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), presentó el punto de acuerdo ante el pleno de la Cámara Alta y puso en duda la legalidad de la operación, que ha causado sorpresa tanto en México como en España y, también, en Argentina, pues Repsol es el accionista mayoritario de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
Juan José Suárez Coppel, director de Pemex, ha señalado que la finalidad de la operación es aumentar la capacidad de ejecución de la paraestatal, su tecnología y conocimiento y desarrollar los activos dentro del país. Cerrada a la inversion extranjera, Pemex podría plantearse ahora exploraciones en aguas profundas con Repsol.
EFE