El Foro Económico Mundial (World Economic Forum-WEF) anunció desde su sede central en Ginebra (Suiza), los resultados de su Informe Global de Competitividad 2011–2012, en el que como producto de la evaluación de 142 economías, Perú logró escalar seis posiciones en este ranking respecto al año anterior.
Así según el WEF, con el apoyo de su aliado estratégico en Perú, el Centro de Desarrollo Industrial (CDI) de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), nuestro país paso del puesto 73 al 67.
Incluso se ubica en el puesto siete de los países de la región, la cual es liderada por nuestro vecino país de Chile, seguido de Panamá y Brasil.
“Perú es mucho más competitivo y logra, por primera vez en este reporte 2011–2012, ingresar a la mitad superior de la tabla”, señaló la entidad, tras indicar que sólo en los últimos cinco años, se observa que nuestro país ha mejorado en 19 ubicaciones.
Conviene indicar que en el ámbito mundial el ranking es liderado por Suiza, seguido de Singapur y Suecia.
Pilares
La clasificación del ranking del WEF se base en 12 pilares, agrupados en tres estados competitivos: uno Competencia por Factores, dos Competencia por Eficiencia y tres Competencia por Innovación. Indica además dos estados intermedios en tránsito hacia la eficiencia y hacia la innovación.
Perú se encuentra ubicado entre las economías que compiten por la eficiencia, y debe en los próximos años –si continúa el crecimiento– ingresar a competir con los países que están en tránsito hacia la innovación.
El informe del World Economic Forum, al igual que cada año, presenta los principales indicadores y muestra comparativamente las fortalezas y debilidades de cada país y los factores más problemáticos para hacer negocios.
Las fortalezas del Perú están principalmente en el crecimiento de la economía, la estabilidad macroeconómica, el sistema bancario y la apertura de mercado. Las debilidades se encuentran en las instituciones, infraestructura, educación y salubridad.
Los aspectos más problemáticos para hacer negocios son la corrupción, ineficiencia de la burocracia gubernamental, las regulaciones tributarias, la restrictiva legislación laboral y la inadecuada infraestructura.
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