Ramona Estévez, la mujer de 91 años a quien le fue retirada la sonda nasogástrica el pasado 23 de agosto por mediación de la Junta de Andalucía para que se cumpliera la Ley de Muerte Digna ha fallecido a mediodía de hoy en el hospital Blanca Paloma.
La anciana sufrió un infarto cerebral que la dejó en coma irreverseble desde el pasado 26 de julio. Los familiares pidieron que se cumpliera su voluntad de acuerdo a la normativa andaluza y, tras la intermediación de la Consejería de Salud, le fue retirada el mencionado dispositivo médico.
Esta acción fue cuestionada por la Asociación Derecho a Vivir (DAV), que interpuso dos querellas para que le volvieran a poner la sonda y contra la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, y el hospital Blanca Paloma.
Los jueces archivaron la acción de esta asociación en dos ocasiones y la Fiscalía onubense aclaró que esta entidad "no es parte interesada en el procedimiento y no ha aportado indicios de que haya habido delito".
EL PAIS