El virus de la varicela, también conocido como lechina, se contagia por contacto directo con la piel y a través del aire, provocando la aparición de pequeños nódulos rojizos en varias partes del cuerpo como el tórax, abdomen, cuello y cara. En las mujeres embarazadas el riesgo aumenta, ya que sus defensas inmunológicas se ven atenuadas para permitir el desarrollo del feto.
La neonatóloga, María José Castro, explicó que aproximadamente 2% de las madres que contraen la enfermedad en los dos primeros trimestres de la gestación, incrementan el riesgo de retardos en el crecimiento del niño, malformaciones neurológicas, oculares, esqueléticas y lesiones cicatrizales en su piel. No obstante, cuando el contagio se produce entre el segundo y tercer trimestre, la infección puede asociarse a muerte fetal tardía.
Si la madre contrae la enfermedad tres semanas antes del parto puede contagiar al bebé. Sin embargo, los anticuerpos, son trasmitidos al hijo a través de la placenta, por lo cual la varicela se manifestaría de forma leve. El escenario crítico es cuando la madre adquiere la enfermedad cinco días antes o dos días después del nacimiento, tiempo insuficiente para traspasar los anticuerpos por medio de la placenta, significando esto un riesgo de mortalidad para el bebé en 30% de los casos.
La experta mencionó que la vacuna es la primera medida de prevención. Sin embargo, está contraindicada durante la gestación por los daños que puede ocasionar al bebé, razón por la cual debe aplicarse previa al embarazo. “Las pruebas de laboratorio que identifican la enfermedad en su estado activo, permiten diagnosticar si la persona está inmune a la enfermedad, bien sea porque la presentó anteriormente o por vacunación”, agregó.
Las personas de mediana edad que no han tenido la enfermedad ni han sido vacunados deben tener en cuenta que la evolución de esta patología es riesgosa en la adultez, pudiendo manifestarse infecciones bacterianas en la piel como fascitis necrotizante, ataxia cerebelosa, mielitis traversa, shock tóxico, e incluso la muerte. Por tal motivo, la neonatóloga enfatizó la importancia de inmunizarse a cualquier edad, teniendo en cuenta que se requiere una dosis de refuerzo.
NOTA DE PRENSA