El presidente de Fedeindustria, Miguel Pérez Abad, explicó este jueves que hay "muchos factores conspiradores" de la economía venezolana, como lo son la inflación y el desabastecimiento, y afirmó que ha habido un "desfase de la inversión industrial en el país".
"Hay mucha gente interesada desde el exterior en desestabilizar la economía venezolana", manifestó en el programa Shirley.
Abogó por un sistema de producción sostenible opuesto al capitalismo, que respete al medio ambiente y que "valore el talento humano".
Pérez Abad aseveró que es necesario que el socialismo y las empresas productivas privadas "convivan". "El socialismo productivo se construye con participación del capital privado, con empresas mixtas, pero donde la fuerza productiva no sea vista como un medio para el enriquecimiento personal", dijo.
El representante de Fedeindustria indicó que no se ha logrado salir del modelo económico "rentista" nacional. "Debemos creer más en nuestra capacidad y en lo que nosotros producimos", manifestó.
Pérez Abad destacó que la política de control "ha existido en Venezuela desde hace mucho tiempo" y consideró que ámbito en el que funcionan las empresas venezolanas "debe ser amigable" para los inversores nacionales e internacionales.
Sobre la Ley de Precios Justos, indicó que no es el único mecanismo para solucionar el desabastecimiento y explicó que debe atacarse el problema del contrabando de alimentos y productos hacia Colombia.
"En estos dos últimos años hemos tenido coyunturas difíciles que dilataron medidas para reactivar el aparato productivo (...) Venezuela está muy lejos de una crisis profunda de la que algunos plantean que no vamos a salir", resaltó.
Según Pérez Abad se necesitan más industrias nuevas en el país y reconoció es que por ahora es difícil acceder a las materias primas que se compran con divisas.
"A todos los empresarios les ha ido bien, pregúntales a ellos. Hay sus excepciones (...) En Venezuela hay cercano a 600 mil nuevas industrias", puntualizó.
El empresario finalizó exhortando al Estado a revisar la política de precios, facilitar los trámites y permisos, acortar los tiempos de las importaciones y aumentar los estímulos.