Normalmente sentirás picor, escozor y hasta hinchazón en tu zona más íntima. Estos pueden ser los síntomas que delaten la alteración que está sufriendo tu vagina. Podría ser una infección.
A lo mejor estás sufriendo la aparición de un herpes, el virus del papiloma humano, clamidia, una dolencia mucho más común (como los hongos) o una infección de las vías urinarias. Los síntomas pueden variar según la alteración que sea. Pero no todas las infecciones vaginales son hongos.
Si sientes dolor en el coito o al orinar, si tienes una inflamación o te han salido verrugas vaginales, tendrás que acudir al médico para que descarte una de las enfermedades de transmisión sexual de tu cuadro médico.
Ciertas infecciones vaginales, como las producidas por los hongos, pueden tratarse con medicación de venta libre. No obstante, a menos que te haya ocurrido antes y estés segura de lo que es, debes consultar a tu ginecólogo.
Podrá hacerte pruebas para detectar enfermedades de transmisión sexual y prescribirte los antibióticos o fungicidas apropiados. Nunca ignores los síntomas, ¡las infecciones no desaparecen solitas!
Cómo prevenirlas
Para prevenir hay que tener conocimiento. Por eso, una de las cosas más importantes para prevenir infecciones vaginales es tener información sobre ellas, en qué consisten, cuáles son los síntomas, cómo prevenir una infección y cómo solucionarlo.
Para prevenir infecciones vaginales producidas por hongos (las más comunes) podemos tomar ciertas medidas como preventivas.
El uso de compresas puede hacer que te irrite las zonas que más roce tienen con el plástico de las mismas. Si tienes una higiene adecuada y mantienes la zona seca no tendrás ningún problema. Con los tampones también hay que tener cuidado, no uses tampones aromatizados ni dejes un tampón más tiempo del que se recomienda, a algunas mujeres les ha llegado a causar la muerte con infecciones vaginales muy graves.
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