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sábado, 29 de junio de 2013

“Al más nuestro de los nuestros”: Jorge Valero realizó un tributo poético a Hugo Chávez

Nota de prensa) – El embajador de la ONU, Jorge Valero realizó un tributo a Hugo Chávez, durante el 10º Festival Mundial de Poesía que se realizó el pasado 22 de junio.
“Al más nuestro de los nuestros”, es el nombre del poema que recitó, a continuación el texo completo:
Este Canto Común se
 realiza gracias a un coplero del llano y pregonero de la Revolución y del amor: Hugo Chávez Frías. Este evento, otrora empeño quijotesco, hoy utopía realizada.
El sentimiento amoroso alojado en suelo patrio inflama con su fuego lejanas comarcas.
El artesano de la palabra redentora lleva en su sangre el Canto Guerrero de los Cuicas, las imágenes deslumbrantes de Lazo Martí, el fulgor popular de Alberto Arvelo Torrealba y de Andrés Eloy Blanco. La voz nuestramericana de Pablo Neruda, César Vallejo y Rubén Darío; las odas de Miguel Hernández, Whitman y Kavafis.
¿Qué anuncia con su canto?
Una siembra de Patria, la historia de esa Vieja Causa de la que nos habla enHojas de Hierba el viejo trovador de las barbas nevadas.
Su legado nos recuerda un proverbio del Rey Salomón:
“Guarde justicia al pobre y al cuitado
Amparo halle en ti el menesteroso
Que ansí florecerá tu grande Estado”
Su mensaje inspira la solidaridad en el mundo.
Trashumancia que ocurre en la plenitud de su humano y prodigioso quehacer.Como flauta Dios aliento
La fontana en su vergel
Va en su canto de rapsoda
La dulzura de su miel
Grande en el pensamiento, grande en la acción, grande en su entrega a los parias de la tierra.
En latido sus andanzas
en el sueño sus desvelos
y con pétalos de verso
nos regala mil ensueños
Ensancha las trochas de la palabra ennoblecida, con “El Chino” Valera Mora declama: “Nosotros, los poetas del pueblo cantamos por mil años y más”.
Encausa como mago las esperanzas del doliente. “Yo hablo con el pueblo aunque no lo estoy viendo”.
Apóstol de la libertad que se ha reencontrado con el padre Bolívar en el Panteón de los Héroes. Boga por ríos caudalosos y llanuras infinitas, por costas insondables y montañas encantadas. Los macizos milenarios de nuestra vasta geografía alojan su risa y su bondad.
Con heraldos de su afán
Abundante de cosechas
Luminosas sus proclamas
con fogatas de Samán
Un Alma de Niño ha caído en surco fértil. Voz orquestal que destella en tiempos de la revolución de los humildes. Gracias a su obra redentora tenemos hoy un parlamento del común. Como decía el gran poeta Geoffrey Chaucer “Un parlamento de hombres libres – libres como pájaros – Parlamento de Pájaros”.
Con su trino esperanzado vienen a uno ganas de volverse Chés y de volar con las alas de Chía acompañado del silbido del viento. El Paisano de la Tierra Nubosa, Ramón Palomares, dice en Pajarito que Venís tan Cansado: “Ya quisiera yo meterte aquí en el pecho… y que te quedaras allí lo más del corazón”. Es por eso que el bardo medialunero, Antonio Pérez Carmona, confiesa que la muerte jamás osa tocar la poesía.
Con Maisanta en el estribo
Planta su huella binar
En la antorcha de la tierra
Un jinete en justo hogar
Descansa el Poeta inmortal abrazado por los pueblos del mundo. Su existencia mística, como realidad poética de lo humano, se instala en los sublimes registros de un futuro promisorio.
El Trovador nos deja la Patria Buena como su poema más sublime a ser plantado en los ventisqueros del tiempo.
Mis padres me engendraron
Para urdir sueños fecundos
En un pasto de colmenas
Juegan con barajas los cocuyos
Ciro, el Grande de Sumer y Acad, creía que siendo él hombre no debía destruir a otro hombre. Las causas innobles arruinan el predicado de la redención. Y con la efigie de la verdad nos elevamos a los confines del universo.
¡Nadie llora donde abunda la ternura!
Y en las barbas equinocciales de nuestra América, Octavio Paz: “El sueño es expresivo. Estalla. Vuelve a ser sol”. Por eso sentimos el futuro en su néctar.
El tiempo envejece y todo lo enseña. Yo sueño vivir en milenios.
Antes de que Prometeo nos entregara el fuego mirábamos sin ver y escuchábamos sin oír.
Una congregación de pájaros comulga en frutales y luciérnagas se despeinan en el hogar del crepúsculo. Posa el Arcoíris su cola de Quetzal en el intrépido viento.La inquieta esperanza cabalga en la cornisa de las edades. El pregón de lo virtuoso debe acunarse en el hombre.
Bogan los sueños
A campo traviesa
Por partes iguales
Despliegan sus alas
Me aposento en el péndulo del sol y contemplo una retreta de caracoles danzantes. Columpio en el Matapalo como pluma en ventisquero. En la orilla de la noche canto con despojo de piache.
Lanzas Coloradas se clavan en el espinazo de la eternidad, el agua me regala sus cisternas. Rumores de montaña se amañan en la vereda del mito.
Deidades tutelares brindan sus cánticos por los pliegues del aire y portadores de amuletos alivian la pena de los desventurados. Flautas de bambú ofician en tiempos de cosecha y culebras sagradas avivan ceremonias de recolección.
Montañas peregrinas viajan hacia los Valles, escuchamos risa de Momoyes.Cumbres esplendorosas dialogan con las Cinco Águilas Blancas. De las cumbres descienden manantiales. El Díctamo Real y otros vástagos de la madre tierra se mudan, como encantos.
En las cayapas de mi aldea las garzas danzan con chigüires, sin permiso de los caimanes. Arpa, cuatro y maracas entonan las sonoridades del común. Ranas, lombrices, luciérnagas y grillos, se disputan en cálida complicidad el goteo de las aguas que fluyen de torrenciales aguaceros.
Escuchó las leyendas de mi abuela Rosa Inés en noches de plenilunio. Lloronas, Silbones y el Hachero se vislumbran en la clara oscuridad…
¡Así abrazamos los caminos de la gloria!
Contrapunteo de juglares saluda el infinito.