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domingo, 9 de junio de 2013

River dejó a Independiente a un paso de la B Nacional


En un duelo clave por el campeonato y el descenso, River le ganó 2-1 a Independiente en el Monumental. Juan Manuel Iturbe y Manuel Lanzini le dieron la victoria al equipo de Ramón Díaz, que alcanzó al líder Newell’s y cree más que nunca en el título. Daniel Montenegro descontó para los de Avellaneda, que descenderán mañana si Argentinos Juniors derrota a San Lorenzo.

Los dos equipos se estudiaron sin arriesgar mucho en el primer cuarto de hora. Independiente fue el primero en avisar a los 2 minutos, cuando Montenegro fabricó un espacio para rematar y sacó un tiro débil de zurda, que Barovero contuvo sin problemas. River, un poco mejor parado en ataque y sin ocasiones claras de peligro, complicó por izquierda con las proyecciones de un Vangioni que le ganó casi siempre el duelo por esa banda a Velázquez.

Los de Miguel Ángel Brindisi tuvieron poco peso ofensivo, con Leonel Miranda y Adrián Fernández muy aislados en los últimos metros. Sin embargo, a los 19 tuvieron la acción más clara a través de Fredes, quien quedó cara a cara con Barovero y no pudo conectar de cabeza un centro desde la izquierda. En el contraataque de esa acción, y tras un lateral mal jugado por el visitante, River dio el primer golpe: una serie de combinaciones y rebotes entre Lanzini y Funes Mori dejaron a Iturbe cara a cara con Rodríguez a los 20 minutos, y el ex Quilmes no perdonó.

Con la ventaja en el marcador, el local se adueñó del partido. Después de una notable atajada de Barovero ante un remate a colocar de Miranda, Rodríguez salvó dos veces el arco de Independiente a los 28, cuando le tapó dos remates bajos a Funes Mori. El delantero comenzó a complicar a la defensa rival en todos los sectores asociándose con Iturbe y Lanzini, ambos con mucho espacio y sin mucha resistencia para generar juego. Los de Avellaneda dependieron mucho de Vargas, que luchó pero no pudo neutralizar los avances. En las bandas, Fredes y Villalba intentaron con más voluntad que ideas.

En el complemento, Brindisi dio el volantazo para reforzar el ataque e intentar cambiar la historia: sacó al juvenil Trejo del mediocampo y puso en su lugar a Luciano Leguizamón. El entrenador confió en que Montenegro mejorara su floja tarea en el primer tiempo, algo que no ocurrió. Sin mucho que destacar de ambos lados, un remate de Ponzio a los 15 sacudió los ánimos de dos equipos con poca convicción en el arco contrario.

Y efectivamente, el tiro del volante central sirvió para despertar a River. En el minuto 17, Iturbe corrió habilitado por derecha y desbordó a Villalba, sacó el centro al área y Lanzini entró sin marca para ajusticiar al arquero Rodríguez. 2-0 y partido liquidado. Alegría e ilusión en Núñez, decepción en Independiente. Los hinchas visitantes, resignados y sin poder creer que el peor final estaba cada vez más cerca, rompieron el alambrado de la tribuna y comenzaron a arrojar objetos a la platea local. Todo se calmó rápido y el árbitro Saúl Laverni no mostró intenciones de querer suspender el encuentro.

Con los ingresos de Mora y Bottinelli por Iturbe y Vangioni -lesionado-, los de Ramón Díaz bajaron el pie del acelerador. Los de Brindisi, totalmente desorientados y ya consumidos por la situación, jugaron en campo rival sin saber qué hacer con la pelota. Sin embargo, a los 44 minutos, Montenegro decoró el resultado y descontó con un remate bajo y potente desde afuera del área que dejó sin chances a Barovero. El gol del honor.

Los minutos pasaron hasta que, en el final, se unieron dos emociones opuestas. De un lado, la alegría de un River efectivo y contundente, que resurgió tras la caída con Argentinos Juniors y que cree firmemente en el título, a la espera de una caída de Newell’s ante Unión. Del otro, un Independiente apático y deslucido que no estuvo a la altura de las circunstancias y que quedó a un paso de jugar por primera vez en la B Nacional.

EL CLARIN