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jueves, 17 de julio de 2014

Testigos de la caída del avión malasio no creen que haya sobrevivientes: “Estaban despedazados”

AFP).- Los restos de decenas de cuerpos despedazados yacen en los campos de trigo que rodean el lugar en el que se estrelló el jueves en Ucrania el avión de línea de la Maylasia Airlines, con 295 personas a bordo.
 
A un lado de la pequeña carretera, se ve un trozo de la cola del avión con los colores de la Malaysia Airlines. Del otro lado, los socorristas van acumulando maletas, bolsas y objetos personales.
 
“La vista no es agradable”, lanza un miliciano separatista prorruso. En la cuneta se ven los armazones de dos asientos del avión. Dos torsos siguen atados por los cinturones de seguridad.
 
En todo los campos de los alrededores, se encuentran decenas de cuerpos, a menudo despedazados. En medio de la pequeña carretera, un pie arrancado da una idea de la violencia del choque.
 
El avión se desintegró y se han encontrado restos incluso en un pueblo a 10 km de distancia, explican los habitantes. “Me había quedado dormida, debían ser las 16h00″, dice Katia, de 62 años. “Hubo un ruido enorme y una sacudida como un sismo”, explica.
 
Un reactor, un tren de aterrizaje y un gran trozo del fuselaje cayeron en el campo justo en frente de su granja. Siguen consumiéndose por partes y desprenden un fuerte olor a queroseno. Se ha cortado el paso al camino en el que cayeron.
 
“Me escondí en el sótano con mi bebé”, dice Natalia, de 36 años. Su marido, Alexandre, 43 años, muestra la valla de madera de la granja, enegrecida por las llamas. “Las uvas de las viñas también se quemaron, hemos tenido mucha, mucha suerte”, dice.
 
Cuando oyeron una primera explosión, el avión seguía en el aire, pero ya se estaba desintegrando. La guerra entre los separatistas y las fuerzas ucranianas no había afectado su aldea. Pero durante los combates de los últimos días en las localidades un poco más al este, más cercano a la frontera rusa, vieron sobrevolar los cazas ucrananios.

Ningún sobreviviente

“Pobre gente”, suspira Natalia. “¿Acaso cree que entenderían algo de esta guerra en Ucrania? Si nosotros mismos no entendemos nada”, dice.
 
Los primeros auxilios llegaron una veintena de minutos después del accidente, pero sin esperanza de encontrar sobrevivientes.
 
Los bomberos locales se muestran impotentes ante la amplitud de la catástrofe como da testimonio las dos lanzas de incendio colocadas en el campo.
 
“Los jefes tiene que instalar un cuartel general y decirnos lo que tenemos que hacer, y entonces lo haremos”, dice uno de ellos. No tienen ni grupo electrógeno ni equipo de iluminación. Utilizan las luces de sus camiones. Por todas partes de los campos yacen todavía las víctimas del vuelo de la Malaysia Airlines.
 
Oleg, combatiente separatista, explica haber encontrado 13 cuerpos. “No veo cómo podría haber supervivientes, estaban despedazados”, señala.
 
“No sé cómo cayó el avión, pero somos combatientes, no terroristas”, dice, en respuesta a las acusaciones de que el aparato fue alcanzado por un misil de los separatistas. La zona del impacto está a unos 25 km de la frontera rusa.