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jueves, 10 de marzo de 2016

Las Bolsas europeas acogen con fuertes subidas la decisión del BCE

Las bolsas han acogido con satisfacción las decisiones del BCE y acentúan los tímidos aumentos de principio de la jornada. Los mercados europeos abrieron con cierta timidez y se debatían entre el rojo y el verde a la espera de noticias de Fráncfort (Alemania), donde hoy se ha celebrado la reunión del Banco Central Europeo (BCE), en la que el presidente del organismo y uno de los mayores artífices de la tímida recuperación del Viejo Continente, Mario Draghi, ha anunciado nuevas medidas de estímulo para apuntalar la todavía renqueante economía del club del euro y animar la tenue inflación, lastrada por el abaratamiento del petróleo en el último año y medio. El regulador bancario europeo ha decidido bajar al 0% el tipo de interés general y reducir también al -0,4% la facilidad de depósitos. Las nuevas medidas del Eurobanco llegan solo un año y un día después de que entrase en vigor el ambicioso programa de compra de deuda pública y privada que ha aflojado la presión sobre la zona euro.

El selectivo español, el Ibex 35, sube casi un 4% y supera ampliamente la barrera psicológica de los 8.800 puntos. El índice francés, el CAC, repunta cerca del 3% y el DAX alemán un 2,5%. Horas antes, las principales Bolsas asiáticas habían cerrado en verde, con el Nikkei japonés subiendo casi un 1,3%. En el mercado de bonos, los intereses de la deuda española a diez años reduce sus intereses. La prima de riesgo cae algo más de ocho puntos hasta los 123 puntos básicos. Alemania, la cotización considerada de referencia y más segura (con la que se mide la prima de riesgo de la zona euro) baja sus intereses el 8%, hasta 0,22 puntos. El euro, por su parte, se deja más de un 1% frente al dólar, un movimiento nada desdeñable en un mercado tan estable como el de divisas.

Todos los focos sobre Draghi

Los parqués estaban expectantes ante las noticias que llegaban desde Fráncfort. El consejo de Gobierno del BCE ha publicado su decisión de rebajar el tipo general de interés desde el mínimo histórico del 0,05% al 0%. Además, ha decidido rebajar el tipo de depósito, el interés que cobra a las entidades por guardar sus fondos en el BCE, del -0,3% al -0,4%. Tras difundir las nuevas decisiones, los mercados esperan ahora el discurso del gobernador del BCE. Habrá que prestar atención a tres variables de su discurso: el pesimismo que pueda mostrar sobre la evolución de la economía (y la inflación) global; las explicaciones sobre la reducción del tipo de depósito, el que se aplica sobre los fondos que los bancos depositan en las arcas del BCE y, sobre todo, del resto de retoques que ha anunciado en el programa de compra masiva de activos (QE, por sus siglas en inglés), el principal instrumento empleado por la eurozona para reactivar el crecimiento y los precios y relajar la presión sobre las primas de riesgo de la periferia sur de la Unión.

Los analistas esperaban que la facilidad de depósito, en negativo desde junio de 2014, bajara aún más hasta el -0,4% o el -0,5%. Finalmente lo ha reducido al -0,4%. Esta rebaja adicional tiene como objetivo único expulsar dinero hacia la economía real vía préstamos, pero es arriesgada porque añade un escollo adicional en la cuenta de resultados de los grandes bancos europeos, ya de por sí castigada. Aunque bajase, esta tasa seguiría siendo superior a la que rige en Suiza, cuna de buena parte de la banca de inversión, donde ya está en el -0,75%. Para ayudar a las grandes entidades a sobrellevar esta medida en sus cuentas de resultados, son muchos los que esperan que el Eurobanco ponga en marcha alguna contraprestación para aliviar sus efectos.

Los analistas también esperaban cambios en el programa de compra de deuda pública y privada que está en marcha desde principios del año pasado. Actualmente, las compras mensuales ascienden a 60.000 millones de euros. El BCE ha elevado esta cifra de compras mensuales a 80.000 millones. En paralelo, se especula con que la fecha de finalización de este plan se amplíe desde marzo de 2017 (cuando está prevista su conclusión) hasta septiembre de ese año. Desde la consultora Oxford Economics también esperan que Draghi añada algún retoque al diseño de este QE para aumentar los activos susceptibles de ser comprados por el BCE ante las limitaciones que dicta el programa actual.

Riesgo de decepción

Todo lo que estuviera por debajo de estas cifras, tanto en el caso de la facilidad de depósito como en el caso del programa de compra de deuda corre el riesgo de decepcionar a los inversores, como ya ocurrió en diciembre del año pasado. En las últimas semanas, como en aquella ocasión, las Bolsas europeas han anticipado una acción contundente del Eurobanco con fuertes subidas que han logrado revertir parcialmente los desplomes que sacudieron los parqués en el tramo inicial de 2016. Si Draghi no da el paso o es mucho menos contundente de lo que se espera, los mercados corren el riesgo de volver al rojo. "El BCE está condenado a impresionar a los mercados", resume David Kohl, economista jefe para Alemania del banco privado suizo Julius Baer.
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