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lunes, 20 de junio de 2011

Vicepresidente del MIT, Israel Ruiz: "Se fugan los cuerpos, no los cerebros"

(EFE).- El vicepresidente ejecutivo del Massachussets Institute of Technology (MIT), Israel Ruiz, considera, respecto a si hay fuga de talento en España cuando los jóvenes licenciados emigran para buscar trabajo, que en el actual mundo global y conectado "se fugan los cuerpos, no los cerebros".

Ruiz (Barcelona, 1971), exponente de una trayectoria de éxito que le ha convertido en el primer español en acceder a la vicepresidencia de una de las instituciones académicas más prestigiosas del mundo, participará el próximo miércoles en el Foro Impulsa que organiza la Fundación Príncipe de Girona, de cuyo consejo asesor forma parte.

En una entrevista a Efe mediante cuestionario desde Boston (EEUU) con motivo de su presencia en este evento, que servirá para el intercambio de experiencias entre profesionales consolidados y jóvenes, Ruiz no cree que la marcha de jóvenes licenciados españoles al extranjero deba contemplarse sólo desde un prisma negativo.

Por el contrario, afirma que "la resolución de los mayores problemas de nuestra sociedad y el avance del descubrimiento científico y tecnológico no reconoce los límites de una nación. Deberíamos estar contentos de que nuestros ciudadanos participen y lideren estos esfuerzos allá donde ocurran".

Opina que "en nuestro mundo actual, global y conectado, se fugan los cuerpos pero no los cerebros". Y se pregunta: "¿Acaso no celebramos cuando nuestros futbolistas van y vienen triunfando en Inglaterra, Alemania, Italia o Sudáfrica?".

No obstante, ello no excluye, a su juicio, que en España se debería trabajar en común "para que esas mismas oportunidades de avance y aparición de polos de atracción de talento internacional se produjeran dentro del territorio nacional basados en el mérito".

Preguntado sobre las acampadas de "indignados" protagonizadas en su mayoría por jóvenes en diversos puntos de España, declina juzgar este fenómeno por su complejidad, pero opina que "el mundo se puede cambiar de muchas maneras", y que "el espíritu del emprendedor tiene la energía de afrontar desafíos y promover el cambio".

Sin embargo, reconoce que "es mucho más difícil emprender y cambiar el mundo cuando no existe un marco legal, social o cultural estable y favorable en el cual confiar".

Ruiz cree que el miedo al fracaso sigue instalado entre los emprendedores españoles, aunque no le sorprende que con la crisis cada vez más ciudadanos se animen a crear su empresa, porque "la oportunidad de emprender se convierte en una opción mucho más atractiva que la alternativa y la diferencia entre fracaso y desempleo o falta de oportunidad se minimiza".

Considera que existe margen en España para incentivar "un marco en el que los emprendedores puedan actuar rápida y ágilmente y sus aspiraciones sean aceleradas con incentivos que se alineen a largo plazo", y para ello afirma que es fundamental el papel de gobiernos y administraciones para proporcionar estos marcos estables.

Partidario de ofrecer al emprendedor incentivos e inversiones más que subvenciones, cree que el elemento clave del emprendedor es el factor humano: "La voluntad de emprender y de cambiar el mundo".

Desde el MIT, donde ingresó en 2001, sigue atentamente el modelo de "La Masía" (escuela de fútbol de las categorías inferiores del Barça) porque cree que "es un ejemplo de marco de actuación estable, con unos principios claros (una manera de entender el fútbol) y una perspectiva a largo plazo (La Masía no cambia el rumbo cuando el FC Barcelona pierde o gana)".

Ruiz destaca que España cuenta con modelos de éxito de multinacionales de servicios, banca, distribución de moda, turismo o gastronomía, pero reconoce que "si le preguntara a nuestros jóvenes estudiantes por los nombres de personas a las que aspiran emular, pocos responderían con nombres que atribuiríamos a estos ejemplos".

En este sentido, subraya que "aquí es donde sí creo que hay una aversión al éxito del empresario y una predisposición al negativismo que inhibe la celebración pública que experimentamos constantemente con el fútbol, el tenis o el mundo del motor".

Preguntado sobre qué pregunta formularía para descubrir el espíritu emprendedor al entrar en un aula de jóvenes estudiantes, Ruiz se decanta por la siguiente:"¿Por qué están perdiendo el tiempo conmigo y no invirtiéndolo en su proyecto de cambiar el mundo?.