Lo Último

.

.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Benedicto XVI visitó Ouidah, centro del vudú en Benín

Benedicto XVI visitó hoy la ciudad de Ouidadh, a 43 kilómetros de Cotonú, centro de la religión vudú y en la que se alza la considerada primera catedral de África occidental (1909) y la capilla donde está enterrado el cardenal Bernardin Gantin, amigo personal del papa, ante cuya tumba oró.

Miles de personas, muchas de ellas vestidas con trajes típicos y otros confeccionadas para la visita del papa, se agolparon a lo largo de los 43 kilómetros de la carretera para saludar al pontífice, desafiando las altas temperaturas y la humedad reinante.

Ouidadh es conocida también por ser el lugar desde el que partían los esclavos de toda la región que eran vendidos por sus propios compatriotas a los blancos y llevados a América.

En esta ciudad está la llamada "Puerta del no retorno". Los hombres que morían antes de haberla pasado eran sepultados en la tierra, pero una vez que la pasaban ya no eran considerados hombres, sino esclavos, y eran arrojados al océano.

En el año 2000 los cristianos, que son el 34 por ciento de la población, construyeron la "Puerta del Perdón".

En Ouidadh viven "bukono", importantes sacerdotes vudú, y existen centros de iniciación de esa religión, pero también se alza la basílica de la Inmaculada Concepción de María, de 1909, considerada la primera catedral de África occidental y un seminario, en el de S. Gall, el más importante de la región, donde estudian seminaristas de varios países vecinos.

En la capilla del seminario está la tumba del cardenal Bernardin Gantin, natural de este país, nacido en 1922 y fallecido en 2008, que fue amigo personal de Benedicto XVI y uno de los más cercanos colaboradores de Juan Pablo II.

Gantin fue prefecto de la congregación para los obispos y decano del Colegio Cardenalicio y está considerado un "padre de la patria" en Benin.

Benedicto XVI oró en silencio durante unos minutos y después se trasladó al patio del seminario con varios centenares de sacerdotes, seminaristas, religiosos y laicos, a los que exhortó a promover la paz, la justicia y la reconciliación.

A los sacerdotes pidió que "jamás cambien la belleza del sacerdocio por realidades efímeras, a veces malsanas, que la mentalidad contemporánea intenta imponer a todas las culturas".


EFE