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viernes, 23 de diciembre de 2011

Ángel Rangel advierte: “¡Cuidado con los fuegos artificiales!”


El Ingeniero Ángel Rangel, especialista en Gestión de Riesgos y Desastres y exdirector Nacional de Defensa Civil, publica un artículo de advertencia, a propósito de las celebraciones navideñas, sobre el peligro que representan los fuegos artificiales, sobretodo para niños y adolescentes.

El también bombero afirma que todos debemos “hacer nuestro mejor esfuerzo para que ninguna acción personal (voluntaria o involuntaria) pueda traer más afectación, perdida, o dolor a nuestras familias en tan significativa fecha”. Hace un llamado a los padres y autoridades para que comprendan que más allá del colorido y distracción, estos artefactos son causantes de accidentes que traen graves consecuencias. A continuación el artículo completo.
Con todo y los duros momentos que estamos viviendo en la sociedad venezolana, marcados por las lluvias, la inseguridad, el desconcierto sobre el futuro, y el azote de la inflación; llegamos a la tradicional época navideña, y tenemos que hacer nuestro mejor esfuerzo para que ninguna acción personal (voluntaria o involuntaria) pueda traer más afectación, perdida, o dolor a nuestras familias en tan significativa fecha. 
Hago esta introducción, pues en los más de 35 años en los que me he desempeñado como servidor público en el área de la seguridad, me ha costado mucho entender como algunos seres humanos, independientemente de su clase social, nivel de educación, religión o color de piel, ejecutan o facilitan la fabricación, venta, transporte, manipulación y uso de fuegos pirotécnicos, sin que para ello medien medidas mínimas de seguridad y/o sentido común.
Ciertamente, los fuegos artificiales y otros artículos detonantes menores, por su luminosidad relacionada, colorido y hasta sonidos que emiten, son muy apreciados en celebraciones públicas o privadas, y hasta tienen grandes legiones de seguidores, particularmente los niños y adolescentes (y otros no tan niños). Pues bien esos atributos no los exime de ser, producto de la falta de prevención, causante de accidentes que traen como consecuencia graves lesiones personales, incendios y cuantiosas pérdidas económicas. 
Cuando los organismos públicos de emergencia indagan sobre los factores involucrados en tales accidentes, sorprende y hasta indigna saber, que los dispositivos fueron adquiridos por o con la autorización de padres, familiares o amigos de menores de edad, y que hasta en su presencia hacen uso indebido de estos artefactos. Peor aún, la elaboración, almacenamiento, expendio y uso en condiciones inseguras, se ejecuta en muchos casos, ante la indiferencia de las autoridades. 
El resultado de la manipulación indebida puede devenir en una tragedia, y no es justo que se pierda una vida, se generen lesiones permanentes o se destruyan instalaciones, por pensar, irresponsablemente, que la pólvora en pequeñas cantidades es inofensiva.

¡Cuidado con los fuegos artificiales!
Por ÁNGEL RANGEL