Al menos diez policías murieron en tres ataques distintos de insurgentes en menos de 12 horas entre el martes y el miércoles, se supo en fuentes policiales y administrativas.
Cuatro policías murieron el miércoles en la mañana cuando trataban de desactivar una bomba casera en la provincia de Helmand (sur), indicó a la AFP Daud Ahmadi, portavoz en esta provincia.
Otros dos policías murieron y dos más quedaron heridos cuando su vehículo provocó el estallido de una mina casera en la provincia de Kunduz (noreste), según Sayed Sarwar Husseini, portavoz de la policía en esta zona.
Cuatro policías en patrulla perecieron en una emboscada organizada por los talibanes en la provincia de Herat (oeste), informó Abdul Rauf Ahmadi, portavoz de las fuerzas de seguridad en el este del país.
La policía y el ejército afganos, que estarán encargados de la seguridad del país después de la partida de las tropas de la coalición occidental, son objetivos privilegiados por los rebeldes, que le niegan toda legitimidad.
AFP