Lo Último

.

.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Schemel: las “recetas de conspiración emocional” de la CIA “fracasaron” en Venezuela

En una entrevista concedida al periódico del Estado venezolano Correo del Orinoco, Óscar Schémel, presidente de la firma encuestadora Hinterlaces, indicó que las “recetas de conspiración emocional” de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) “fracasaron” en Venezuela.
Schémel vaticinó que Estados Unidos seguirá “trabajando” para cambiar el signo político venezolano.
“Lo que pasa”, admite, “es que tendrán que hacerlo racionalmente, como se debe hacer, para cambiar la correlación de fuerzas electoral y simbólica, no a través de la conspiración y el sabotaje”.
A continuación el texto del Correo del Orinoco:
Las recetas de conspiración emocional que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) viene aplicando desde hace medio siglo en América Latina son las mismas que fracasaron en Venezuela, según consideró Oscar Schémel, presidente de la firma encuestadora Hinterlaces.
Schémel -quien participó en un conversatorio sobre los resultados electorales de los comicios municipales del pasado 8 de diciembre, realizado en el café y salón de lectura y tertulia del Ministerio de Educación Superior- dijo al Correo del Orinoco que en Venezuela “hay una cultura revolucionaria, bolivariana, chavista; hay una entidad de clases, una comunidad emocional, que es muy poderosa y resiste esa campaña de desestabilización emocional, de neurotización, de conversión del descontento en rabia que genera ruptura finalmente, pero es la misma receta”.
Interrogado sobre él interés del imperio estadounidense de trastocar el sistema político de Venezuela, considerada en América Latina como la “joya de la corona”, el analista respondió, que Venezuela es un país petrolero, es un territorio clave para aplicar las estrategias de dominación, de control de los recursos naturales por parte de las potencias.
Schémel vaticina que Estados Unidos seguirá trabajando para cambiar el signo político venezolano.
“Lo que pasa”, admite, “es que tendrán que hacerlo racionalmente, como se debe hacer, para cambiar la correlación de fuerzas electoral y simbólica, no a través de la conspiración y el sabotaje”.
Acerca de la oposición venezolana, como apéndice de los hilos imperiales, Schémel esgrimió una consideración que había analizado a profundidad en su intervención en el conversatorio, en el sentido de que no hay posibilidad de triunfo en Venezuela para una propuesta antichavista. “En la medida en que la oposición no entienda los cambios culturales, políticos y sociales que vive Venezuela, en esa medida será poco eficiente para cambiar la correlación de fuerzas. Como decía antes: no hay alternativa exitosa en este país que se declare antichavista”.
El conversatorio fue moderado por Pedro Calzadilla, titular del Ministerio de Educación Superior, y por Carlos Ortiz, coordinador del suplemento dominical del Correo del Orinoco, órgano periodístico de la revolución que se suma como ente promotor, según anuncio Calzadilla, a los ciclos de actividades, diálogos, conversatorios y hasta presentación de libros, que en el futuro se realicen en el cafetín, cuyo pequeño espacio se vio colmado el viernes pasado de una gruesa concurrencia.
Schémel y Ernesto Villegas fueron los ponentes del conversatorio: el primero como analista y el segundo como periodista y protagonista de la pasada jornada comicial como candidato por el chavismo a la Alcaldía Metropolitana de Caracas, contienda que perdió, según consideró, “por una ñinguita”.
Villegas, en la jerga juvenil, confesó que se había “tripeado” la campaña electoral y que luego de haber cubiertos tantas elecciones como periodista, salvo la de Miss Venezuela , ahora participó como candidato. Dijo que fue una experiencia gratificante en la que recibió “una oleada de amor”.
“Fue una experiencia gratificante desde el punto de vista personal”, aseveró el hoy ministro para la Transformación Revolucionaria de la Gran Caracas, “Pude constatar el amor. El voto amoroso del chavismo. Yo sentí oleadas de amor, de esperanza, de ánimo constructivo. No fue un voto por odio. Y quiero extender el reconocimiento a los que, no siendo chavistas, votaron por mí, decidiendo romper la polarización”.
Para leer la nota completa, haga clic aquí.