El defensor del pueblo, Tarek William Saab señaló este miércoles que el ente que él rige investigará lo sucedido en la Cota 905, una zona que se había convertido en un sitio prohibido para el libre tránsito de los ciudadanos de la capital.
“Recientemente la cota 905 se convirtió en un territorio vedado para los ciudadanos decentes de este país, en el libre tránsito incluso llegando a ocurrir que funcionarios policiales fueron acribillados, quemaron motos y pusieron en peligro a los funcionarios que también tienen derechos humanos”, señaló Saab.
Saab indicó que los medios de comunicación a menudo piden que el Estado se haga cargo de los problemas del país y cuando lo hace, reclaman sus acciones.
“Qué extraño actúan los factores de la diatriba política, quienes a veces reclaman este factor y una actuación del Estado y cuando el Estado actúa, los medios de comunicación silencian lo que consideran deben silenciar“, explicó.
El defensor del pueblo señaló además que no se ven los derechos humanos de los funcionarios públicos sino que pretenden utilizarlos como un arma en contra de las instituciones del Estado.
Saab manifestó que el ente que dirige no es parte de la diatriba política sino un ente imparcial y objetivo e invitó a que se vieran las dos caras de la moneda, en cuanto a su actuación.
“La defensoría del pueblo no es parte de la diatriba política, sino un ente que defiende a los ciudadanos venezolanos; yo invito a que se vean las dos caras de la moneda”, indicó.
La fundación Rigoberta Menchú y la defensoría del pueblo trabajarán en conjunto
El defensor del pueblo señaló que el ente que él rige en conjunto con la fundación Rigoberta Menchú, con sede en Guatemala, iniciarán un trabajo basado en un intercambio en materia de derechos humanos para la paz.
Destacó además la presencia de la premio Nobel de la paz en el país y señaló que su presencia beneficiará los acuerdos en materia internacional.
Por su parte, Menchú destacó que como una de las pocas ganadoras del premio Nobel de la paz, militante de izquierda en Latinoamérica, su trabajo está fundamentado en el bienestar social de la región.
“La Defensoría del Pueblo tiene un camino avanzado en lo que yo llamaría una diplomacia de los derechos humanos”, recalcó Saab, y manifestó que para Venezuela significa un gran aporte el trabajo conjunto con la Fundación Rigoberta Menchú, que tiene más de 20 años de trabajo nacional e internacional en la materia, “y lo que podamos hacer desde nuestro país es una señal positiva para la paz y la convivencia humana”.
La líder indígena guatemalteca se manifestó de acuerdo con coordinar una agenda común concreta para fortalecer e impulsar las políticas públicas en DDHH “por la integralidad total de los pueblos, de su entorno y sobre todo de su calidad de vida”.
“La paz que yo promulgo es una paz de cultura, de educación, de intercambios, de complementariedad, una paz de esperanza, que los hombres y las mujeres podemos ser libres junto con nuestros territorios”, puntualizó Menchú.
