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martes, 7 de julio de 2015

Francia y la Comisión Europea se movilizan para evitar el Grexit

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha descartado en el Parlamento Europeo un acuerdo rápido en la cumbre de hoy, a pesar de la gravedad de la crisis griega, en especial por el flanco del sector financiero. “Estoy en contra de la salida de Grecia del euro”, ha dicho el jefe del brazo ejecutivo de la Unión, pese a que ha reconocido que hay algunos Estados miembros que están a favor del denominado Grexit. “En Europa, las respuestas simples generalmente son equivocadas: la salida de Grecia es un error, y asimismo un acuerdo hoy sería demasiado sencillo. Hay que negociar por etapas para conseguir un pacto”, ha dicho.
Juncker descarta el acuerdo hoy, pero el tiempo se acaba: el BCE le subió anoche el fuego a las entidades financieras griegas, que están cerca de la asfixia. Mientras, Francia presiona al resto de socios de la zona euro en las últimas horas previas a la cumbre extraordinaria para lograr la base de un acuerdo con Grecia. Una vez que el presidente François Hollande y la canciller Angela Merkel pactaron este lunes abrir la puerta al diálogo con Atenas para evitar su salida del euro, Hollande y varios de sus ministros han contactado con dirigentes de otros países para hacer una llamada a “la responsabilidad”, según fuentes del Ejecutivo francés.Hace solo una semana, Juncker convirtió el referéndum sobre la propuesta europea en un plebiscito sobre Europa. Hoy ha reculado. “El no griego no es un no a Europa, no es un no al euro: es un no a una propuesta que ya estaba superada. Tsipras tiene que explicarnos qué significa el resultado”.
El primer ministro, Manuel Valls, se ha mostrado “convencido” de que existen “las bases de un acuerdo”, pero París es consciente de que varios países mantienen posiciones muy duras con Atenas que solo podrán ser superadas si Grecia presenta una propuesta “coherente”. En declaraciones a la cadena RTL, Valls ha señalado que Francia hará “todo lo posible” para evitar la salida de Grecia.
“Francia está convencida de que no podemos asumir el riesgo de una salida de Grecia de la zona euro, tanto por razones económicas como, sobre todo, políticas”. La salida, por vez primera, de un país de la moneda única supondría “un riesgo para el crecimiento y la economía mundiales”.
Pero, para evitarlo, París presiona especialmente al primer ministro griego, Alexis Tsipras, para que presente la propuesta “sería, precisa y creíble” que le han reclamado Hollande y Merkel. Una vez escuchado el “mensaje de dignidad” del pueblo griego en el referéndum, señala Valls, Tsipras debe ejercer sus “responsabilidades” y poner sobre la mesa una proposición que incluya importantes reformas, “unas propuestas que permitan salir de la crisis”.
“Solidaridad y responsabilidad van de la mano”, ha comentado el primer ministro francés, en línea con las declaraciones del lunes de Hollande, “y cada cual debe estar a la altura de las responsabilidades de este momento histórico”. El acuerdo es necesario, ha dicho, “para Grecua, para la coherencia de la zona euro y para Europa”.
Francia, que lidera al grupo de países que persigue a toda costa un acuerdo con Grecia, es el único que se ha mostrado dispuesto en público a considerar incluso una reestructuración de la deuda griega. “No hay asunto tabú sobre la deuda”, ha repetido Valls.
Mientras, los sondeos en Francia indican que la población está totalmente dividida al respecto. Como el arco parlamentario. La izquierda defiende el pacto con Atenas, pero la derecha se inclina por la salida de Grecia del euro. Valls ha comentado que en breve, quizás este mismo miércoles, habrá un debate parlamentario sobre la posición francesa.
Con los bancos cerrados, corralito y controles de capital, el primer impago al FMI en un país desarrollado, el final del segundo rescate y el reciente referéndum, la situación de Grecia se vuelve cada vez más delicada. A unas horas del Eurogrupo y de la cumbre de hoy, estos son los escenarios de los próximos días.
1. PROGRAMA PUENTE. El grupo de trabajo del Eurogrupo (los números dos de los ministerios de Hacienda del euro) se reunieron ayer en Bruselas y dejaron claro que ni siquiera es seguro que los Estados miembros den un mandato a las instituciones para empezar a negociar. Todo depende de la propuesta que presente Grecia a los socios. Si la propuesta es lo suficientemente atractiva (y eso supondría que el primer ministro Alexis Tsipras traspasara muchas de sus líneas rojas), el Eurogrupo y la cumbre del euro darán luz verde a ese mandato. En ese caso, el BCE podría ampliar las líneas de liquidez de emergencia a los bancos griegos y evitar la bancarrota, ante la constatación de que las entidades se están quedando secas. En Bruselas se especula con un programa puente, capitaneado por el BCE y con una posible reestructuración de la deuda griega (una ampliación de plazos y una rebaja de los intereses, e incluso periodos más largos de carencia) en otoño. Eso daría a los griegos algo de tiempo para negociar a toda velocidad un tercer rescate multimillonario.
2. INQUIETUD EN LA BANCA. Si la propuesta de Tsipras no es lo suficientemente ambiciosa, vienen curvas por el lado del sector bancario que puede precipitar el primer paso hacia la salida de Grecia de la eurozona esta misma noche. Las cuatro grandes entidades griegas están cerca del colapso; el corralito y los controles de capital están castigando a la banca y al conjunto de la economía. El BCE no les puso ayer las cosas fáciles. Con el no en el referéndum, el final del rescate y el impago del FMI, si los socios del euro no dan una señal política y dan un mandato para negociar ese tercer rescate, el BCE podría, entre hoy y mañana, cerrar el grifo de liquidez a los bancos. En ese caso haría falta una recapitalización fulminante: sin dinero europeo y con Grecia sin blanca, aumenta posibilidad de crear una moneda paralela, que metería a Grecia y la eurozona en aguas desconocidas: dos monedas circulando a la vez en un país del euro. Junto con esa recapitalización, es probable algún tipo de castigo a los ahorradores, al estilo de Chipre, de manera que sean los acreedores de los bancos (poseedores de deuda, en primer lugar, pero quizá también depositantes) quienes paguen parte de la factura.
3. GREXIT. La teoría de la conspiración ha aparecido después de los acontecimientos en Grecia. El historiador americano Mark Mazower piensa que el referéndum fue una maniobra para consolidar el poder de Tsipras dentro de su partido. Pero Mazower apunta otra explicación en The New York Times: que Tsipras en realidad quisiera sacar a Grecia de la Eurozona. "Le ha pedido a los griegos que voten "no" a un programa de rescate que ya ha expirado. La única inferencia lógica, aunque él lo niegue, es que está deseando ver a Grecia fuera del euro. Sabe que sería poco popular y una apuesta enorme". Fuentes diplomáticas explican que Tsipras parece haber hecho todo lo posible para que el rescate expirara; el control de capitales y la entrada del país en suspensión de pagos hacen muy difícil evitar una salida del euro, según la misma fuente