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lunes, 17 de agosto de 2015

Moscú y Teherán rechazan la intromisión foránea en Oriente Medio

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que Moscú y Teherán rechazan la intromisión foránea en los asuntos de Oriente Medio, en particular en la solución al conflicto enSiria.
"Hemos hablado sobre la situación en Oriente Medio y el norte de África, y en particular sobre la resolución del conflicto sirio (...), que solo puede lograrse mediante el diálogo entre los sirios y sin injerencia externa de ninguna clase", dijo Lavrov en rueda de prensa al término de sus conversaciones con su colega iraní, Javad Zarif.
El jefe de la diplomacia rusa reiteró la postura del Kremlin en cuanto a que es inaceptable que se exija la dimisión del presidente sirio, Bachar al Asad, como condición previa para el arreglo del conflicto en Siria.
"Si algunos de nuestros socios considera que hay que poner como condición la destitución de Al Asad al final del periodo de transición en el país, para Rusia es una postura inaceptable porque es algo que debe decidir el propio pueblo sirio", señaló Lavrov.
Por otro lado, las dos partes trataron diversos asuntos de la agenda bilateral, incluidos ambiciosos proyectos en el ámbito de la energía, incluida la nuclear.
El levantamiento de las sanciones contra la República Islámica después del acuerdo alcanzado en Viena sobre la política nuclear de Teherán "elimina todas las barreras para una amplia cooperación entre Irán y Rusia", apuntó Zarif.
"Confió en que la cooperación nuclear pacífica entre Irán y Rusia continuará después de los acuerdos de Viena", agregó.
Los dos países acordaron hace un año la construcción de dos nuevas plantas nucleares en el sur de Irán, después de que Moscú ayudará a Teherán a levantar la única central atómica, la de Busher, que ya funciona a pleno rendimiento.
La planta, con una potencia de mil megavatios, entró en funcionamiento en agosto de 2010, después de más de una década de obras por la oposición occidental.
EFE