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miércoles, 6 de enero de 2016

Académicos proponen a presidentes de China y Taiwán para Nobel de la Paz

Un grupo de académicos de China y Taiwán ha propuesto a los presidentes de ambos territorios, Xi Jinping y Ma Jing-yeou, como candidatos al premio Nobel de la Paz de este año, por la cumbre que ambos mantuvieron en noviembre en Singapur, tras 66 años de conflicto entre Pekín y Taipei.

"Fue un encuentro histórico e importante para la paz mundial", señala una carta remitida al Comité Nobel de Oslo, encargado de otorgar el galardón, y firmada por varios prestigiosos profesores de universidad.
La misiva, también enviada hoy a Efe, destaca asimismo que el presidente chino, Xi Jinping, dio un importante avance en el campo del desarme después de anunciar el 3 de septiembre del pasado año, durante un desfile militar en la Plaza de Tiananmen, que China reduciría sus fuerzas armadas de 2,3 a 2 millones de efectivos.
"Xi y Ma son un ejemplo para la paz mundial y regional", reza el documento, que tiene entre los firmantes al vicerrector de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Popular de China, Jin Canrong, o al catedrático de Arquitectura de la Universidad de Tsinghua, Peng Peigen.
"Alfred Nobel dijo antes de morir que el premio debe ir a gente que promueva la integración y la amistad de las diferentes naciones y el encuentro entre Xi y Ma ha contribuido a la relación de las dos partes y a su desarrollo pacífico", señaló a Efe Peng, destacado arquitecto chino.
Otros promotores de la iniciativa son el presidente de la Fundación Nacional para la Paz Mundial, Li Ruohong, y el rector de la Universidad de Cultura de Taipei, la capital taiwanesa, Zhang Jinghu.
La propuesta contrasta con las críticas que el Gobierno de Xi ha acumulado desde su llegada al poder, en 2013, por el aumento de la persecución a disidentes, periodistas, abogados de derechos humanos y otros destacados activistas de la sociedad civil china.
Organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, así como líderes políticos en Estados Unidos o la Unión Europea, han condenado el trato del régimen comunista chino a estos colectivos.
El último caso que ha despertado las condenas internacionales fue la expulsión de la corresponsal francesa Ursula Gauthier, que tuvo que dejar China el pasado 31 de diciembre por un artículo sobre terrorismo que desató las iras de Pekín.
En otro orden de cosas, los resultados de la reciente cumbre entre Ma y Xi, en la que ambas partes acordaron estrechar el diálogo y los contactos, podrían quedar anulados en cuestión de semanas, si se cumplen las previsiones de las elecciones legislativas y presidenciales que Taiwán celebra el 16 de enero.
La actual oposición taiwanesa, de línea independentista y más reacia a los contactos con Pekín, es clara favorita a ganar esos comicios, después de ocho años de gobierno del Partido Nacionalista Kuomintang, ligado históricamente a la parte continental china, donde fue fundado.
El Premio Nobel de la Paz sólo se ha concedido en dos ocasiones a ciudadanos nacidos en territorio chino, y en ambos casos se trató de personalidades abiertamente enfrentadas al régimen comunista.
Se trata del Dalai Lama, líder espiritual tibetano, galardonado en 1989, y del escritor Liu Xiaobo, premiado en 2010, un año después de ser condenado a 11 años de cárcel por "subversión" a raíz de una misiva, la "Carta 08", en la que pedía públicamente la democratización de China. EFE