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miércoles, 14 de septiembre de 2011

Catorce muertos tras 20 horas de lucha contra los talibanes en kabul

La última exhibición de fuerza talibán ha dejado al menos 14 muertos en Kabul tras un intenso combate de 20 horas. Apenas 48 horas después del aniversario del 11-S, los insurgentes golpearon en Kabul y contra objetivos de primer orden como la Embajada de Estados Unidos, el cuartel general de la OTAN y la oficina de los servicios secretos afganos (DNS, por sus siglas en inglés), es decir, sus tres principales enemigos en una guerra que ya dura diez años.

Un comando yihadista a bordo de una furgoneta y bajo el disfraz de burkas, según relataron fuentes policiales locales, logró burlar una vez más los controles de acceso a la capital y desde la una y media de la tarde inició una serie de ataques coordinados en distintas zonas que se alargaron por espacio de más de seis horas. El epicentro de la operación se situó en un edificio de catorce plantas en construcción donde al menos cinco insurgentes se atrincheraron provistos de armas ligeras y lanzacohetes.

Situado en la plaza Abdul Haq, la altura del edificio les permitió alcanzar la zona diplomática anexa de Wazir Akbar Khan e incluso uno de los cohetes cayó cerca de la Agregaduría Militar española, donde no hubo que lamentar daños personales. Mientras que este comando lanzaba sus ataques desde este auténtico rascacielos —en Kabul la mayor parte de edificios apenas supera las tres plantas— otros dos suicidas llevaron sus ataques al oeste de la capital contra objetivos de menor entidad.

Seguridad afgana

Es la segunda acción de este tipo que los talibanes llevan a cabo desde que la seguridad de la capital fuera transferida a las fuerzas afganas hace menos de dos meses. El 19 de agosto un comando yihadista logró introducirse en el centro cultural británico de Kabul y mató a nueve personas. Ayer la legación estadounidense fue el objetivo principal, aunque las enormes medidas de seguridad que rodean al complejo diplomático obligaron a los talibanes a disparar desde posiciones muy alejadas y no causaron bajas entre el personal norteamericano.

«Tres civiles que estaban haciendo cola para pedir un visado y un guardia de seguridad, todos ellos afganos, resultaron heridos a consecuencia del ataque», informó la oficina estadounidense a media tarde en un comunicado en el que alabó «la respuesta de las fuerzas de seguridad afganas». Un guiño a la Policía y Ejército locales que trabajan contra el reloj para intentar garantizar la seguridad de Kabul, auténtico espejo de Afganistán en el mundo, y que ayer contaron con el apoyo aéreo y terrestre de la OTAN para reducir a los insurgentes.

Los talibanes reivindicaron inmediatamente una acción que, según distintos analistas, lleva el sello de la red Haqqani y vuelve a poner en tela de juicio la marcha del proceso negociador que el gobierno de Kabul mantiene abierto desde hace varios meses y que podría conllevar la apertura de una oficina política de los talibanes en el emirato de Qatar, según adelantó el diario británico «The Times». Este «consulado» del autoproclamado Emirato Islámico de Afganistán serviría como canal de comunicación oficial para un diálogo de paz.


ABC/REUTERS