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sábado, 16 de febrero de 2013

Miguel Cabrera vuelve a lo suyo, seguir bateando, en el inicio de los entrenamientos de Detroit


AP) — Dado que no existe la cuarta corona en el béisbol, será muy difícil para Miguel Cabrera superar su actuación de 2012. El venezolano se ha presionado mucho a sí mismo para ayudar a los Tigres a ganar, pero cuando se trata de logros individuales, su estrategia resulta bastante sencilla.
“Siempre creo que uno puede ser constante”, dijo. “No sé si uno va a mejorar, pero mi meta siempre ha sido ser constante”. Cabrera ha hecho que eso parezca asombrosamente fácil.
La temporada pasada, el tercera base de los Tigres de Detroit se convirtió en el primer ganador de la triple corona en 45 años —y por increíble que parezca, su promedio de bateo fue 14 puntos superior una campaña antes. El venezolano ha bateado por debajo del promedio de .320 solamente una vez en los últimos ocho años, y pegó menos de 30 cuadrangulares sólo en una temporada de las últimas nueve.
Nada es seguro en un deporte tan inconstante como el béisbol, pero las aportaciones de Cabrera se están convirtiendo en algo rutinario.
Los Tigres sostuvieron su primer entrenamiento con el equipo completo el viernes en una húmeda mañana en Lakeland, terminando con un ajetreado período entre campañas para Cabrera. Inició tarde porque Detroit llegó a la Serie Mundial el año pasado, y luego que Cabrera bateó para .330 con 44 cuadrangulares y 139 carreras remolcadas y ganó la triple corona y el premio al jugador más valioso de la Liga Americana, hubo que atender entrevistas y otros asuntos.“Dar algo por sentado probablemente no sea la mejor manera de decirlo, pero sé que va a hacerlo bien —estoy bastante seguro de eso”, dijo su manager, Jim Leyland. “Creo que uno simplemente adquiere la habilidad de reconocer qué tan buenos son —los jugadores de Grandes Ligas— y cuando se ve a uno que es un jugador muy especial… nos sentimos muy afortunados”.
Incluso el campo de entrenamiento será diferente a lo normal debido al Mundial de béisbol del próximo mes. Esa pausa implica que sea más importante para Cabrera entrenar lo más que se pueda desde el principio.
La temporada pasada, Cabrera pasó de la primera a la tercera base, y aún hay mucho que él desearía mejorar defensivamente.
“Tratar de mejorar en el primer paso —lado a lado, para desacelerar las roletas”, dijo.
Al plato, por supuesto, Cabrera no tiene una debilidad evidente. Su poderoso y sólido bateo de derecha puede causar daño a cualquier lanzador en la zona de strike. En un partido en junio frente a los Yanquis de Nueva York, pegó un cuadrangular hacia la plataforma de las cámaras a lo profundo del jardín central. El mes siguiente, su jonrón 300 salió disparado hacia la hiedra en esa misma zona en el Comerica Park.
Pero además hay detalles más sutiles en su manera de batear.
“El año pasado, caí en un pequeño bache”, dijo el jardinero Torii Hunter, que firmó con los Tigres antes de la próxima temporada. “Vi sus videos, cómo se espera ante lanzamientos por dentro y todo. Por lo que lo intenté, y conecté como de 4-3 por cuatro días”.