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sábado, 18 de mayo de 2013

8 muertos y 10 heridos por explosión en Damasco: Al Asad se rehúsa a dejar el poder




EFE).- Al menos ocho personas murieron hoy y diez resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en el barrio de Rukedin en Damasco, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El grupo apuntó que el ataque tuvo como objetivo varios vehículos de las fuerzas del orden que se encontraban en ese distrito.
Los opositores Comités de Coordinación Local señalaron que el atentado se registró cerca de la mezquita de Tareq bin Ziad.
La televisión progubernamental Al Dunia confirmó que hubo varios muertos y heridos por “una explosión terrorista” en Rukedin, sin dar más detalles.
Por otro lado, la agencia de noticias oficial siria, Sana, informó de que al menos cuatro civiles sufrieron heridas por el estallido de otro coche bomba en el barrio damasceno de Al Dueila.
Según la ONU, más de 70.000 personas han muerto en Siria desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, aunque el Observatorio ha elevado la cifra a más de 94.000.

Asad insiste en que no abandonará el poder

El presidente sirio, Bashar al Asad, insistió en su negativa a dejar el poder antes del fin de su mandato en 2014, mientras que sobre el terreno un coche bomba estalló el sábado en la capital, Damasco, dejando al menos tres muertos.
En una entrevista concedida a la agencia estatal de noticias argentina Télam y al diario Clarín, el presidente sirio, quien desde hace dos años hace frente a una rebelión armada, se mostró de nuevo inflexible y dio a entender que sería candidato en 2014 a su propia sucesión.
“Renunciar sería huir”, declaró Asad quien consideró que “quién debe irse y quién debe permanecer lo determinará el pueblo sirio en las elecciones presidenciales de 2014″.
Asad también mostró su escepticismo ante la conferencia impulsada por Rusia y Estados Unidos para encontrar una solución al conflicto y acusó a Occidente y a la oposición de querer hacer fracasar cualquier iniciativa de diálogo para poner fin a más de dos años de un conflicto que dejó más de 94.000 muertos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (Osdh).
El presidente sirio agregó que “no creemos que muchos países occidentales quieran efectivamente una solución en Siria. Y no creemos que muchas de las fuerzas que apoyan a los terroristas quieran una solución de la crisis”.
Sin embargo, Asad dijo haber “acogido bien el acercamiento ruso-estadounidense”, aunque no se pronunció sobre la participación de representantes de su gobierno en el diálogo previsto con la oposición durante esta conferencia internacional. Por su parte, la oposición decidirá el 23 de mayo si acude o no al encuentro.
Esta conferencia debe basarse en la declaración de Ginebra firmada por las grandes potencias en junio de 2012 y que prevé el final de la violencia y un gobierno de transición, aunque no hace referencia a la suerte de Asad, principal punto de discordia entre rusos y estadounidenses.
Moscú, gran aliado de Damasco y a quien proporciona armas, aboga por su mantenimiento hasta la celebración de elecciones, mientras que Washington reclamó en varias ocasiones su marcha, algo que la oposición considera una condición imprescindible para cualquier iniciativa de paz.