Yves Haddad, abogado de Jean-Claude Mas, principal acusado del proceso de los implantes fraudulentos de la firma francesa PIP, empezó su alegato de defensa el viernes, último día del proceso por este escándalo mundial ante un tribunal de Marsella (sur de Francia), tras el cual la causa quedará vista para sentencia.
"Verán ustedes que todos ellos dicen que no hay ninguna peligrosidad", afrimó Haddad, que rechaza el carácter "agravado" del cargo de engaño de que se acusa a su cliente.
"Se me ha respondido que es lamentable haber recibido esos análisis solamente hoy, pero habría que haberlos pedido hace tres años y medio", agregó.
El fraude sobre el gel utilizado, impropio para uso médico, fue descubierto en marzo de 2010 durante una inspección del organismo francés de control de material para uso médico en la fábrica de PIP situada en el sur de Francia.
El alegato de Haddad pondrá fin al proceso, que se inició el 17 de abril, y la causa quedará vista para sentencia, que se espera sea pronunciada dentro de varios meses.
Más de 7.400 mujeres portadoras de esos implantes, un tercio de ellas extranjeras, presentaron demanda ante este juzgado de Marsella, según los últimos datos del tribunal. Pero el número de mujeres concernidas por las prótesis fraudulentas se estima en 30.000 en Francia y en varios cientos de miles en el mundo, muchas de ellas en América Latina.
El martes, la fiscalía pidió una pena de cuatro años de cárcel, una multa de 100.000 euros y la prohibición de ejercer en el sector de la salud y de dirigir empresas para Jean-Claude Mas, fundador de la empresa PIP, juzgado por engaño agravado y estafa junto con otros cuatro directivos de la firma.
AFP