Instan a grupos farmacéuticos a esclarecer caso de cobayos humanos en Alemania Oriental
AFP-Las presiones a los grupos farmacéuticos aumentan para que esclarezcan lo ocurrido a miles de cobayos humanos en la ex Alemania Oriental, que sirvieron, a veces sin saberlo, para experimentar medicamentos occidentales.
En una entrevista al semanario alemán Die Zeit publicado este jueves, el responsable gubernamental de los archivos de la Stasi, la policía política del régimen de la antigua República Democrática Alemana (RDA), Roland Jahn, instó a la industria farmacéutica a que "abra sus archivos y contribuya financieramente" para que se sepa lo ocurrido con la mayor precisión posible.
Otros llamados de este tipo ya habían tenido lugar desde las revelaciones sobre estos ensayos con seres humanos publicadas el domingo en el semanario Der Spiegel.
Más de 50.000 habitantes de Alemania Oriental fueron utilizados como cobayos por grupos farmacéuticos occidentales, a menudo sin saberlo. En algunos casos perdieron la vida, reveló un artículo del semanario.
En los años 1980, el líder del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED) y principal dirigente de la RDA, Erich Honecker, procuraba conseguir a toda costa divisas provenientes de la República Federal de Alemania (RFA) o Alemania Occidental.
Hasta ahora, se conocía la existencia de cobayos humanos en la ex RDA, pero se ignoraba cuántas personas habían participado en este tipo de pruebas.
En total, se realizaron más de 600 estudios en 50 clínicas hasta la caída del Muro de Berlín en 1989, indicó Der Spiegel, que cita documentos inéditos del ministerio de Salud de Alemania Oriental y el Instituto Alemán de los Medicamentos.
Los expedientes revelan dos casos de muertes en Berlín oriental por pruebas con Trental, un producto destinado a facilitar la circulación sanguínea desarrollado por el laboratorio de Alemania occidental Hoechst (actualmente fusionado con Sanofi) y otros dos muertos cerca de Magdeburgo durante ensayos de un remedio para la hipertensión realizado para Sandoz, luego adquirido por el grupo suizo Novartis.
A menudo, los pacientes eran incapaces de dar un consentimiento cabal, como la treintena que sirvieron para probar el EPO en un hospital berlinés o los alcohólicos en pleno delirium tremens, a quienes se suministró Nimodipin de Bayer, que mejora la circulación sanguínea cerebral.
Los laboratorios ofrecían hasta 800.000 marcos alemanes (unos 400.000 euros) por estudio, según Der Spiegel.
El martes, el ministro de Salud alemán, Daniel Bahr, instó a los grupos farmacéuticos a que ayuden a esclarecer lo ocurrido, mientras que el ministerio del Interior, que tiene a su cargo establecer los perjuicios causados por la RDA, indicó que está examinando cómo favorecer las investigaciones.
Interrogadas por Der Spiegel, las empresas mencionadas habían destacado que los hechos remontaban a mucho tiempo atrás y que en principio los ensayos responden a protocolos muy estrictos.
En una respuesta escrita a la AFP, el grupo alemán Bayer recalcó que los ensayos "se practican y siempre se han practicado en función de las mismas reglas, en todo el mundo".
Los suizos Novartis y Roche, también interrogados por la AFP, juzgaron posible realizar investigaciones sobre el tema.
Roche subrayó que "los conocimientos científicos de hace 30 años no necesariamente corresponden a los de hoy".